SEÚL.- Corea del Norte aseguró este jueves que está todavía dispuesta a hablar con Estados Unidos en cualquier momento, en respuesta a la sorprendente cancelación de la cumbre entre los dos países anunciada por el presidente estadounidense, Donald Trump.
“Expresamos nuestra disposición a sentarnos cara a cara con EEUU y resolver asuntos en cualquier momento y de cualquier manera”, dijo el viceministro de Exteriores, Kim Kye-gwan, en un comunicado publicado hoy en la agencia estatal KCNA.
Se trata de la primera reacción de Pyongyang después de que Trump anunciara la víspera la cancelación de la cumbre prevista con el líder norcoreano, Kim Jong-un, el 12 de junio en Singapur para tratar el desmantelamiento del programa nuclear norcoreano debido a lo que calificó de reciente “hostilidad” por parte de Pyongyang.
El viceministro apuntó que el líder norcoreano ha hecho todos los esfuerzos para preparar la que hubiera sido la primera cumbre de la historia entre los dos países después de décadas de hostilidades.
“La decisión unilateral de EEUU de cancelar las conversaciones nos hace reconsiderar si todos los esfuerzos y el camino que hemos tomado es realmente el correcto o no”, recoge el comunicado.
A pesar de todo ello, Kim sostiene en un tono conciliador que Pyongyang se mantiene abierto a hablar con Washington.
“Nuestro compromiso de hacer todo lo que podamos por el bien de la paz y la estabilidad del mundo y de la península de Corea se mantiene sin cambios, estamos abiertos a ofrecerle tiempo y una oportunidad a EEUU”, señaló Kim en el comunicado.
El viceministro de Exteriores se refiere además a la “hostilidad” mencionada por Trump en la carta dirigida a Kim, en la que anunció abruptamente la anulación de la cumbre, y asegura que “es solamente una reacción violenta en respuesta a la propuesta de desnuclearización unilateral impulsada por EEUU”.
El presidente de EEUU se refería aparentemente a unas declaraciones difundidas este jueves en las que la viceministra de Exteriores norcoreana, Choe Son-hui, acusaba al vicepresidente estadounidense, Mike Pence, de hacer declaraciones “ignorantes” y “estúpidas” en una entrevista.