BRASIL.- La Cámara Federal porteña confirmó este jueves el procesamiento de la expresidenta argentina Cristina Kirchner y del detenido exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, como organizadores de una asociación ilícita en la causa denominada 'de los cuadernos'.
En este expediente se investiga el presunto pago de sobornos por parte de empresarios al anterior gobierno, informó la agencia estatal Télam.
De acuerdo al fallo de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, de Sala I de la Cámara Federal, la ex mandataria y otros funcionarios de su gobierno formaban parte de una "asociación ilícita" dedicada a recaudar fondos ilegales a través de las estructuras del Estado.
Para los camaristas, muchos de los empresarios implicados en el presunto pago de coimas, algunos de los cuales declararon en calidad de 'arrepentidos', "no formaban parte de la organización ilegal", por lo que solo fueron procesados por el delito de cohecho.
Entre los directivos de empresas que quedaron desprocesados tras el fallo se encuentra Ángelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri.
Por otra parte, la Cámara ratificó el embargo de 4.000 millones de pesos contra Cristina Kirchner.
En la instancia judicial anterior, el juez federal Claudio Bonadío, del juzgado Criminal y Correccional II, había procesado a Cristina Kirchner y a otras 42 personas. Y pidió la prisión preventiva de la exjefa de Estado por considerar que tanto ella como otros exfuncionarios mantienen "vínculos" con "medios afines, empresarios", por lo que podrían "entorpecer" la investigación.
Las pruebas en que se basa la investigación están todas en cuadernos que habría escrito Oscar Centeno, un exchofer de Roberto Baratta, exfuncionario de Planificación y mano derecha de Julio De Vido.
En esos escritos, fechados entre 2005 y 2010, y 2013 y 2015, figuran detalles pormenorizados de presuntos movimientos de dinero, pago de sobornos y viajes que hacía el chofer en los que supuestamente se trasladaba dinero a oficinas y casas de ex funcionarios.
Sin embargo, la prueba física de los cuadernos nunca apareció, sino que siempre fueron copias de esos originales. Eso imposibilitó realizar pruebas caligráficas para comprobar la veracidad de los escritos.
No obstante ello, el fiscal que investiga la causa "de los cuadernos", Carlos Stornelli, afirmó que pudo corroborar "el 50 % de los datos vertidos en los cuadernos".