MANAGUA.- Decenas de miles de nicaragüenses participaron ayer en Managua en la marcha “Por la Paz y la Justicia”, una manifestación que transcurrió sin incidentes, sin presencia policial y en la que su convocante, la Iglesia Católica, dio al gobierno el plazo de un mes para cumplir con los compromisos que exige la sociedad ante la oleada represiva que tuvo lugar a mediados de abril.
Esta fue la segunda manifestación multitudinaria en menos de una semana en que los nicaragüenses exigieron justicia después que las protestas de estudiantes contra la reforma de la ley del seguro social provocaran una dura represión del gobierno sandinista de Daniel Ortega que dejó al menos 63 muertos, 15 desaparecidos y más de 160 heridos, según datos de organismos de derechos humanos que no han sido ni confirmados ni rechazados por las autoridades.
Ortega retiró la reforma y aceptó abrir un diálogo con diferentes sectores de la sociedad que tendrá a la Iglesia como testigo y garante pero, aun así, los nicaragüenses continuaron saliendo a las calles para expresar su malestar hacia el gobierno.
El cardenal Leopoldo Brenes reconoció el sábado que la Iglesia está consciente de los riesgos que corre al mediar en un diálogo que ha generado una enorme expectación y que deberá llegar a acuerdos que satisfagan a toda la población y por eso lanzó un mensaje claro ante la multitud que se congregó en la plaza de la catedral con cientos de banderas de Nicaragua y gritos de “¡Justicia, justicia!”.
“El gobierno solo tiene un mes para cumplir, de lo contrario, se le dirá al pueblo que no se pudo”, afirmó mientras la gente coreaba “¡que se vayan, que se vayan!”.