NUEVA YORK. El juez de Long Island, arrestado el pasado jueves con dos pantis en sus bolsillos después de habérselos robado a una vecina de 23 años de edad, admitió en la corte criminal que es coleccionista de esa prenda interior femenina, la cual hurtaba del cesto y tras entrar sin autorización a la residencia de su propietaria.
No obstante, Robert Cicale, del Primer Distrito Judicial en Central Islip, se declaró “no culpable” de los cargos, aunque fue suspendido de inmediato de sus funciones por la Comisión Estatal de Ética Judicial y liberado con una fianza de $50 mil dólares en bono que pagó para salir de la cárcel.
Cicale también se disculpó con las mujeres a las que les robó los pantis, mientras el fiscal del distrito del condado Suffolk (Long Island), dijo que el acusado confesó que frecuentemente lo arropa el deseo de robarse esas prendas.
Fue detenido con el cuerpo del delito “sucio” en los bolsillos, después que la mujer no identificada, escuchó movimientos en su casa, vio un hombre huir y llamó al 911, dando su descripción física que coincidió con la del juez, quien fue atrapado por policías.
“Indicó en su confesión que lo invaden ganas de robar ropa interior femenina”, dijo el fiscal Sini. “Es un extraño conjunto de hechos”.
Los fiscales, sin identificar a nadie, dijeron que la investigación había revelado que hay cinco víctimas del imprudente juez Cicale.
“Esto es muy perturbador. Este individuo que juró defender la ley, la violó de una manera muy seria”, dijo Sini.
De acuerdo con el expediente, Cicale admitió que entró a la casa para llevarse las bragas, pero se fue cuando escuchó a alguien dentro de la vivienda. “Los demás pantis que tenía encima eran de las otras veces que fui a la casa”., dijo
Las redes sociales se han inundado con preguntas sobre qué hacía el juez con los pantis que se robaba, una parte que no ha sido tocada en el proceso de instrucción de cargos.
El magistrado, con aspecto asustado y el pelo desaliñado después de la audiencia, ignoró las preguntas de los reporteros, luego de su liberación bajo fianza.
Fue relevado indefinidamente el viernes de todos sus deberes judiciales, y se le prohibió ingresar a cualquier tribunal de otra corte del sistema judicial de Nueva York.
Un tribunal de apelaciones del Estado, a cuyo circuito él pertenecía, determinará si seguirá cobrando el sueldo después de la suspensión.
El juez del condado de Nassau, David William McAndrews, emitió tres órdenes de protección que podrían obligar a Cicale, de 49 años, a no salir de su casa suburbana, próxima a la residencia de su más reciente víctima.
“Va a tener que hacer algunos ajustes”, dijo el juez McAndrews sobre la ubicación de la vivienda del acusado, y posiblemente tenga que mudarse.
El juez es casado y tiene tres hijos, de 13, 11 y 9 años y se declaró inocente de los cargos.
“Su reputación en todo el sistema judicial es estelar”, dijo su abogado defensor William Wexler. “Cada juez y cada abogado, lo respetan”.
Cicale y la víctima fueron vecinos durante los últimos ocho años.