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Por fuente externa

Bangladesh la ciudad más densamente poblada del planeta carece de espacio para enterrar a sus muerto



Suraya Parveen no puede visitar la tumba de su padre porque el cuerpo de un extraño está enterrado en el mismo lugar.


"Como soy la hija mayor, me tengo que encargar de varias cosas. Un día le pregunté a mi hermano si él había ido a visitar su tumba recientemente", le dijo Parveen a la BBC en Daca, capital de Bangladesh.


"Otra familia ahora es dueña de ese lugar y lo cubrieron de cemento. Esa noticia me dejó estupefacta. No pude hablar durante varios días", explicó en llanto.


No queda un lugar donde ubicar un cuerpo sin necesidad de utilizar un espacio que ya está utilizado. (Foto: Amirul Rajiv)

"Si lo hubiera sabido antes, habría hecho algo para evitarlo. Esa sepultura era el último símbolo de mi padre y ahora lo he perdido".


Ella puede visitar el cementerio de Kalshi, un lugar pequeño y privado donde sepultaron a su padre, pero su sepulcro dejó de existir.


Y no es la primera vez que algo similar le ocurre a Suraya. Ella perdió de la misma manera las tumbas de su primogénito, su madre y un tío.


Daca es la ciudad más densamente poblada del planeta, con más de 44.000 personas por kilómetro cuadrado. Pero solo tiene ocho cementerios públicos y un puñado de pequeños lugares privados que no logran atender la demanda.


Los musulmanes encargados del ritual de abrir y cerrar la Iglesia del Santo Sepulcro


Esta crisis ha dejado a muchos sin la capacidad de enterrar a sus seres queridos en un lugar permanente.


Lo cierto es que no es difícil hallar un espacio para los entierros, espacios temporales, baratos, pero que bajo las leyes de la ciudad cada dos años será ocupado por otro cuerpo.

Los familiares se quedan sin lugares donde visitar a los seres queridos que han fallecido. (Foto: Amirul Rajiv)

Algunas veces varios miembros de una familia ocupan el mismo espacio. Y la cremación tampoco es una alternativa en una ciudad de mayoría musulmana: el islam no lo permite.


Desde 2008, funcionarios públicos dejaron de conceder permisos para tumbas permanentes, mientras que un espacio semipermanente puede llegar a costar unos US$19.000, en un país donde el ingreso anual per cápita es de US$1.610.


En el cementerio de Azimpur, cerca de la ciudad vieja, están contratando personas que se dediquen a limpiar la maleza de las tumbas.



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