WASHINGTON- Tras un maratón de enmiendas a lo largo de la jornada, el Senado aprobó este jueves un polémico presupuesto para el año fiscal 2018 que incluye recortes multimillonarios para los programas sociales como Medicare y Medicaid, y allana el camino hacia una reforma tributaria.
Sin necesitar la ayuda de la oposición, los republicanos aprobaron el plan presupuestario por estrecho margen, con 51 votos a favor y 49 en contra que provinieron de los demócratas y un solo republicano, el senador Rand Paul.
La aprobación fue una victoria importante para los republicanos, que incluyeron en la medida instrucciones para la eventual votación de una reforma tributaria sin peligro de un bloqueo demócrata.
Hasta ahora, ni el presidente Donald Trump ni los republicanos en el Congreso han tenido logros significativos, y los fallidos intentos por anular “Obamacare” han creado fisuras dentro del partido y su base.
La Casa Blanca dijo en un comunicado que Trump aplaude que el Senado haya aprobado la resolución y haya tomado “un paso importante para avanzar la agenda legislativa de la Administración para el crecimiento y los empleos”.
“Esta resolución crea una vía para desatar el potencial de la economía estadounidense a través de una reforma tributaria y de recortes de impuestos… el presidente Trump espera la adopción final de la resolución presupuestaria del año fiscal 2018, para que podamos regresar empleos a nuestro país”, indicó el comunicado.
De acuerdo con el plan, el Comité de Finanzas del Senado debe entregar una reforma tributaria a más tardar el próximo 13 de noviembre.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo que la reforma tributaria será clave para fortalecer la economía “después de años de estancamiento bajo la Administración anterior”.
Sin embargo, esas declaraciones omiten los análisis sobre la recuperación económica liderada por la Administración Obama tras la “Gran Recesión” que heredó en 2008.