En cualquier nación cuando ocurre una catástrofe natural la pobreza surge a flor de piel.
Puede ser un país rico o pobre, siempre los más necesitados son los que resultan dañados por estas situaciones, los mismos estarán expuestos a los daños materiales que originan.
Sin embargo la extrema pobreza es la que se deja ver en los territorios menos desarrollados, por más que se diga que los mismos habrían superado tal situación.
Ese es el caso de nuestra República Dominicana donde por cualquier aguacero, por no decir lluvias permanentes los que menos tienen salen a relucir de manera rampante.
Si bien es cierto que la economía crece cada año como dicen las autoridades monetarias y financieras, ese crecimiento sólo va diririgido a ciertos sectores de la dominicanidad.
O no es cierto que cuando somos víctimas de calamidades como aguaceros incluso no ciclónicos los pobres son los que salen perdiendo?.
La extrema pobreza sale a flor de piel, aunque la ayude llegue esto no resolverá el problema permanente de ellos que seguirán siendo pobres porque la parte de las riquezas generadas que les toca, no les llegue.
No es con tarjetas ni funditas que se elimina la pobreza, es invirtiendo en áreas de desarrollo industrial y agrícola.
También en educación, eliminando la corrupción y la impunidad.
Desde este gobierno se están tomando medidas para invertir más en la gente, pero esto no se alcanzará por el momento, es cuestión de tiempo, asunto de Estado.
Mientras eso pasa, los pobres seguirán siendo más necesitados, las clases medias van en franco proceso de desaparición y los ricos se harán más ricos.
Esos elementos que parecen casuales se verifican como políticas planificadas para que quien llegue al poder junto a su partido político acumule beneficios tan rápidamente que se quede rico cuando deje de gobernar.
En fin, sólo son quejas de quienes escribimos del tema, en la realidad es que con las lluvias de estos días vemos que la extrema pobreza sale a relucir como en cada temporada, en tanto se esconden los que salen a hacer promesas cada cuatro años, y lo grande de todos es que muchos les creen,