WASHINGTON.- El presidente Donald Trump dio este miércoles su respaldo a un proyecto de ley conservador que omite una solución a la población indocumentada, reduciría por la mitad la inmigración legal en una década y establecería un sistema de visas con base a “méritos”, calificándolo como la reforma migratoria “más significativa en medio siglo”.
Acompañado de los senadores republicanos Tom Cotton y David Perdue, con los que la Casa Blanca negoció la iniciativa “RAISE Act” en secreto, Trump afirmó que ésta “reducirá la pobreza, incrementará los salarios, y le ahorrará a los contribuyentes miles de millones de dólares” al reformar la emisión de tarjetas de residencia permanente.
Durante la contienda presidencial, Trump recurrió a un discurso altamente populista y nacionalista en el que se presentó como paladín de los trabajadores, y llegó a la Casa Blanca con promesas de combatir la inmigración ilegal en la frontera y deportar a los inmigrantes indocumentados ya en el país.
Aunque también prometió eliminar el programa de “acción diferida” (DACA) de 2012, que ha dado protección a cerca de 800,000 “Dreamers”, Trump no lo ha hecho y el proyecto de ley tampoco lo menciona.
La medida tampoco menciona la legalización de los once millones de inmigrantes indocumentados ya establecidos en EEUU.
La iniciativa “pone fin a la migración en cadena y reemplaza nuestro sistema de (trabajadores) de bajas destrezas con un sistema de puntos en base a méritos para recibir la tarjeta verde”, explicó Trump.
Así, el proceso será competitivo y favorecerá a solicitantes que hablen inglés, tengan independencia financiera para ellos y sus familias, y demuestren destrezas que contribuyan a la economía estadounidense, además de que impide que los nuevos inmigrantes reciban asistencia pública del “Welfare”, y evita que los trabajadores estadounidenses sean “desplazados” en el mercado laboral.