New York- La prevalencia de algún grado de disfunción en la erección sobrepasa el 50% en los diabéticos tipos 2 (diabetes que se inicia en la vida adulta) y más de 33% de los jóvenes con diabetes tipo 1.
El trastorno de la función sexual es complejo porque no solamente afecta la erección sino también el deseo para iniciar el acto.
Igualmente la presencia del trastorno sexual puede ser la primera manifestación del inicio de la diabetes hasta ese momento no diagnosticada, al igual que el primer signo de que padecemos de enfermedad obstructiva en otros lechos arteriales como las arterias coronarias, cerebrales y renales.
Aunque la solución que parece más fácil, el uso de inhibidores de la fosfodiesterasa 5 como la Viagra, Cialis con sus múltiples nombres y dosis (sus nombres y dosis varían de país en país) la efectividad de estos medicamentos también esta reducida en los diabéticos.
La aparición de síntomas de depresión es temprana y más común en personas con diabetes y se duplica cuando aparece el trastorno sexual.
La función del médico es múltiple: aconsejar e instruir al paciente de que el problema sexual puede ser un signo de arteriosclerosis en otros órganos y 2) que debe cambiar de manera importante su estilo de vida y de manera agresiva debe controlar su nivel de azúcar, peso, nivel de presión arterial y colesterol porque hay evidencia de que con la mejoría de estos factores de riesgos también mejora la disfunción sexual y la posibilidad de sufrir un ataque del corazón o cerebral.
Finalmente y para terminar con una nota positiva una vez más tenemos que recurrir a nuestro salvador permanente: el ejercicio físico, ya que 2 estudios recientes demostraron que los diabéticos físicamente activos tienen mucho menos trastornos en la erección que los obesos sedentarios: recuerden por favor, que con el ejercicio siempre se gana y además se disfruta.