Desde muy temprana edad escuché decir que cuando un jugador poseía buenos números, pero cuando llegaba el momento de retirarse había que hacerlo sin pensarlo dos veces, ya que de no hacerlo, ponía en peligro su etapa de gloria por la ambición, ansia, codicia, deseo, anhelo, apetencia, aspiración, pretensión, afán y avidez de seguir acumulando números o records.
Pero en el caso de monseñor Agripino Núñez Collado, su retiro es forzado, ya que lo pide la sociedad por la falta de credibilidad, lo que obligará tarde o temprano a encerrarse, aislarse, incomunicarse, acostarse o retirarse sin pena ni gloria…
Monseñor ha caído en desgracia hasta en su propio entorno dentro de la jerarquía de la Iglesia Católica por su posición de asumir la defensa de un proyecto cuestionado, al ser presidente de una comisión para investigar sobre la licitación y contrato de las controversiales plantas a carbón de Punta Catalina, donde todo saben que Núñez Collado es parte interesada en el proyecto energético, mediante el consorcio Estrella…
Aunque Núñez Collado haya renunciado a la membresía del Consejo de la Administración de la empresa Estrella para dirigir la investigación sobre la licitación y adjudicación de la central termo eléctrica Punta Catalina no lo libera de culpa ni del vinculo, al contrario lo enloda más de lo que está ante la sociedad.
Desde el año 2009, Monseñor Núñez Collado se quitó las máscaras que llevabas puestas para dormir a la población dominicana, cuando en un acto en el distrito municipal de Gonzalo de Sabana Grande de Boyá, provincia Monte Plata, levantó una pala, a los fines de apoyar la instalación de una cementera en la Zona de Amortiguamiento del Parque Nacional de Los Haitises.
El último “tiro de gracias” se lo dio el nuevo líder de la iglesia católica, monseñor Francisco Ozoria Acosta, quien afirmó que Núñez Collado no representa a los católicos en sus acciones, pero anteriormente, la Conferencia del Episcopado Dominicano lo había descalificado para hablar a nombre de la Iglesia Católica en otros casos.
Otro revés, según informaciones, es que en los próximos días una amplia representación de partidos políticos de la oposición y aliados al oficialismo manifestará su rechazo a que Núñez Collado sea el intermediario para llegar a un acuerdo para la aprobación de las leyes de Régimen Electoral y de Partidos y Agrupaciones Políticas por su falta de credibilidad e imparcialidad.
Ante todo los descritos anteriormente podemos decir que los números acumulados por Agripino Núñez durante los 12 años de Balaguer quedaron olvidados, a causa del comportamiento poco ético y moral de los últimos ocho años, es decir, desde el 2009 hasta la fecha.
Un gran amigo y líder me confesó que: “Agripino solo le gustan los cuartos. Búscalo solo está en los proyectos donde se habla de dinero”. Y ahora lo entiendo…