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Por   Yovanny Almonte

¿Cómo dar vida a partir de la muerte?


Nos preguntamos si es posible dar vida después de la muerte. Es una interrogante que tiene múltiples respuestas, una de ellas es científica y la otra religiosa. Gracias a la tecnología el ser humano ha podido prolongar su estadía en la tierra y gracias a la generosidad de otros seres vivientes que han comprendido que en la vida “dar” es más importante que “recibir”. Una frase bíblica reza “Polvo eres y en polvo te convertirás” del libro de Génesis. Al morir, como fuimos creados del polvo, volveremos al polvo porque este cuerpo se pudre y deteriora y se convierte finalmente en polvo. Si todos entendiéramos esta frase bíblica, cuantas vidas pudiéramos salvar, aún después de muerto. La República Dominicana sigue teniendo graves dificultades a la hora de donar un órgano, ya sea por falta de cultura en la población o por debilidades del sistema sanitario dominicano. Pero cuanta alegría pudiéramos ofrecer a un paciente que espera por la donación de un órgano o trasplante. Siempre decimos que hay que estar en los zapatos del otro para entender por la situación que atraviesa. Salvar una vida es una acción que no tiente precio, y más si se trata de un niño, que tiene todo un mundo por recorrer, más la alegría que esto representa para sus familias que sufren día a día, al ver como este ser querido se deteriora poco a poco. Recientemente leí la historia de vida de un niño de la ciudad de Pennsylvania, Estados Unidos que requería un trasplante de órgano y que estaba en una larga lista de espera, luchando en una carrera contra el reloj. La desesperación y el dolor no dejaban dormir a la madre de Gabriel, beneficiario de un trasplante de riñón, cuando solo tenia dos años y que gracias a almas bondadosas hoy es una niño sano. Hoy Gabriel es un ávido lector y un artista creativo. Ya sea dibujando historietas, armando aviones de papel o creando origami. Gabriel tiene la habilidad de ver más allá de un pedazo de papel. Gracias a su talento, fue elegido para participar en el programa de verano para niños en Samuel S. Fleisher Art Memorial en Filadelfia. Los dominicanos tenemos que ir creando la cultura de donación de órganos, y de esa forma crear vida a partir de la muerte. Tenemos que ponernos en el lugar de estas familias que sufren por el deterioro de la salud de un ser amado, pero que con su ayuda pueden poner fin a esta angustia. Hay que recordar, que a la hora de hacer una acción debemos ponernos en la situación del que padece o sufre por un problema. Por lo que nadie quisiera pasar por el dolor que padece una familia con un paciente en lista de espera para un trasplantes de órganos. Hasta el momento existen en el país algunos programas de trasplantes de órganos, sobresaliendo por la diversidad y número de órganos trasplantados con éxito, el del Hospital General de la Plaza de la Salud, ya que es el único centro, hasta el momento, en que se han podido desarrollar varios programas dentro de los cuales están en funcionamiento y activos el de hígado, riñón de donante vivo y de donante cadavérico, corazón y el de médula ósea. Debemos seguir avanzando, seamos más desprendidos como seres humanos, y aunemos esfuerzos para crear la cultura de donación de órganos, para salvar vidas después de la muerte.


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