José Rodríguez, de 59 años. Fue enterrado solo, como un paria, únicamente por su hijo y algún familiar. Su cadáver apestaba. No hubo flores, ni pompas, ni asistieron los bomberos, ni la prensa se hizo eco, ni se le rindieron honores municipales.
Se fue, se marcho, con su tragedia, con su dolor, con su pesar, con su desgracia, y lo borraremos, lo olvidaremos.
A quienes no podremos olvidar es Luis Manuel Medina y contra el locutor Leónidas Martínez, dos ciudadanos comprometidos con su comunidad.
El dia de furia de Jose Rodriguez termino. Pero con ello no terminaremos este estado de guerra urbana que estamos padeciendo. Este hecho sustituyo el otro, el del teniente asesinado, y aquel a otro, el de los esposos ajusticiados a sangre fría, y así sucesivamente.
Y seguiremos en viviendo en nuestras burbujas, hasta que nos toque cerca la tragedia. Y seguirá la vida, y este torrente de sangre, de crimen, de mala vida, que nos esta arrastrando a todos.
Nadie se preguntara, indagara, que cuales vientos trajeron estos lodos!
El maldito Rodriguez no podrá hablar ni quejarse mas. Lo que si es cierto es que termino aplastado, arruinado, por quienes se engulleron sus magros capitales.
Y si el Presidente quiere entender esto, que ordene una auditoria legal, sobre el CEA, y sobre todos los ladrones que se han enriquecido con el dinero publico, con este patrimonio heredado de la otra sangre, la de la dictadura. Y estos uñas sucias, gañanes, ladrones, han convertido a mucha gente en despojos humanos, y han destruido vidas y familias completas, haciendo sus crapulosos despojos, viviendo de un puestecito que se lo buscan para eso, para robar, para enriquecerse, para negociar millones de dolares y pesos que el pueblo no recibe en beneficios.
Este hecho triste solo me recuerda aquella pelicula
Un día de furia (Falling Down es su título original) un thriller psicológico y neo-noir estrenada en 1992 y que trata sobre la tensión y la frustración que genera en muchas personas la vida moderna en las grandes ciudades. El personaje protagonista del filme decide enfrentarse a las adversidades, y lo hace de forma violenta.
Otras muchas personas en la vida real quisieran enfrentarse también, aunque de forma menos violenta, pero no lo hacen por civismo, y a cambio sufren estrés y otros males resultantes de la tensión. La cinta participó en la selección oficial del Festival de Cannes de 1993.
La diferencia aquí es, que este caso fue por corrupción, por una corrupción que nos esta arropando a todos, que esta destruyendo este país.
Y que el Presidente de la República tiene que verlo.