La falta de academia, el no tener acceso a estudios superiores de una profesión que usurpa impunemente, ha desnudado a este presumido. No conoce de ética profesional. Solo en un Estado fallido, sin institucionalidad, que no castiga a los impostores, el señor Salvador Holguín, puede darse el lujo de aparecer en los medios de comunicación social del país, fingiendo y simulando ser periodista.
Solo en una sociedad donde escasean los valores, donde los aires que se respiran están contaminados de impurezas, de falsos valores, donde se premian y se ensalzan a los incapaces, a especímenes como el señor Salvador Holguín.
Ahora está de moda la palabra comunicador, bien pudiera este mediocre identificarse como tal, pero jamás autoproclamarse periodista, en franca ofensa a quienes un día escogimos esa noble actividad como profesión, y ofende al mismo tiempo, a los colegas ya en retiro.
La inconducta del señor Salvador Holguín, ofende al mismo tiempo, a reconocidos periodistas desaparecidos de ejercicio serio y responsable, mucho de los cuales fueron asesinados por su loable conducta de defensa a los mejores intereses de nuestro pueblo.
Respétese señor Salvador Holguín. No se autoproclame periodista que usted no lo es. Respete nuestra profesión. Respete a nuestros mártires. Respeto para Lucía Medina
Solicitole respete para la licenciada Lucía Medina Sánchez, primero, como mujer, segundo, como Presidenta de una de las cámaras en que está divido el Primer Poder del Estado, y, si usted quiere, si a usted le viene en gana, respétela como hermana del Señor Presidente Constitucional de la República, el licenciado Danilo Medina Sánchez. Salvador Holguín, Respétese.