Este miércoles 25 de Enero, la noticia me llegó de golpe; mi amigo Juan Francisco de la Rosa me lo hizo saber: Un criminal al volante había cegado la vida a Braulio Torres, dirigente revolucionario, que en muchas ocaciones puso su vida en riesgo por la libertad del pueblo dominicano. Es importante decir que este gran hombre en plena tiranía trujillista, trabajando como Obrero en la Armería de San Cristobal, aportò su granito de arena, para que el movimiento revolucionario se armara de rifles y otros tipos de armas bélicas para combatir al tirano. Fue un autentico dirigente del proletariado dominicano, de principios sólidos, que creía en las transformaciones sociales de su pueblo.
Estuvo en la revolución de Abril en la vanguardia de los combates contra las tropas yankees invasoras y allí se creció como todo un soldado revolucionario.
Nunca descansò en su afán por contribuir en la lucha por mejores conquistas del pueblo dominicano. Y por eso, desde la fila del Partido Comunista Dominicano (PCD), se preparo en el arte de la lucha armada, en la escuela de la fuerza armada de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
En ese partido, ademas de ser miembro de su Comité Central y su Comité Ejecutivo, era también el encargado de seguridad del mismo , que como todos sabemos, era unos de los cargos mas importantes y delicados en esa organización política. Y como si todo esto fuera poco, era encargado del área sindical y del Regional Sur.
Cuando las contradicciones se agudizaron en ese partido, le correspondió dirigir el Movimiento Cuestionador, que 1984 decide desligarse del PCD, para poco tiempo después, formar el Partido Comunista Unificado (PCU), que fue la fusión del Movimiento Cuestionador del PCD y el Partido Socialista Popular (PSP).
Un hombre de esta envergadura, que enfrento la muerte miles de veces, muere de manera sorpresiva, sin darle oportunidad a defenderse, en un accidente de transito que debe ser plenamente aclarado, y por supuesto, el criminal al volante ser castigado penalmente como manda la ley.
Su muerte causa un profundo dolor, a todos sus camaradas, amigos y familiares,conocedores de las condiciones excepcionales que lo adornaban.
Cae, lamentablemente, un gran combatiente por las mejores causas del pueblo dominicano, pero su recuerdo y sus legados no morirán jamas.
¡Descansas en paz, comandante Braulio Torres!
¡Hasta la Victoria Siempre!