De vez en cuando hay que preguntarse qué de quién es este país.
Los bienes naturales de lo que es hoy República Dominicana deberían ser para el usufructo de todos los que nacimos y vivimos aquí.
Esto sin hablar de los bienes muebles e inmuebles pertenecientes al Estado que históricamente han servido para enriquecer las arcas de muchos particulares que a costillas de esto van haciendo acumulación originaria hasta volverse tan ricos que se consideran dueños del país.
Por eso valdrá la pena preguntarse ¿de quién es Valle Nuevo?
Estas tierras montañosas y otras como su nombre lo dice una gran extensión de tierras planas listas para sembrarse de todo tipo de frutos y legumbres están siendo usufructuadas por particulares que se han hecho de títulos que falsos o verdaderos hoy están cuestionados.
El Ministerio de Medio Ambiente está tomando iniciativas para conservar esas tierras como Parque Nacional y fuentes hídricas de todo el territorio nacional.
Esa misma gente que tiene decenas de años explotando Valle Nuevo hoy quiere indemnización y facilidades para irse cuando han sacado cientos de millones de pesos explotando esos terrenos del Estado.
De hecho otros gobiernos han entregados millones de pesos en pagos dizque por daños y perjuicios para desalojos en Valle Nuevo que nunca se han hecho.
Ahora resulta que unos no son otros y que los otros si recibieron pagos pero unos no.
Es como un trabalenguas que a nombre del Estado que supuestamente no tiene dueño todos quieren engordar sus arcas.
En este caso no creo en intermediarios que salen a defender no se sabe a quién porque al fin y al cabo a los pobres campesinos de Valle Nuevo nadie los defenderá ni ahora ni nunca.
Ya está bueno de adueñarse de los bienes del Estado para luego pedir pagos por indemnizaciones que no deberían ser ya que los daños causados son más que los supuestos reclamos.
La iniciativa de rescatar Valle Nuevo, las riberas de los ríos y otras áreas medioambientales únicas es un proyecto que debe contar con el respaldo de todos.