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Por Patricia Arbulu

Los Efectos Trump


Jorge, hoy, al verte en la pantalla del televisor, me entró la angustia y hasta tuve pena por ti. Cada número en favor de Trump con respecto a la votación eran como cuchillos encendidos que hacían llagas en tu cuerpo. Tu rostro estaba compungido y casi se te veía como ido de la realidad que estabas viviendo. Indudablemente que habia preocupacion y no te culpo porque muchos así nos sentimos.


Pero también quiero ser franca y honesta contigo al responsabilizarte, en parte, por esta situación que estamos viviendo los latinos de esta nación. Tu y tu canal tienen una enorme responsabilidad, presentando al candidato republicano como el diablo que venía a llevarnos al infierno. No era tan sencillo darse cuenta que estas acciones sólo reivindicaban y engrandecen la imagen de alguien tan nefasto, por el momento, para ser presidente de este país?. Era necesario tenerlo presente como el malvado de la película creando un rol protagónico para el?


Quiero pensar que tus actitudes de periodista totalmente parcializado más fueron de honrar las políticas de tu empresa o el deseo desmesurado de poder del dueño del canal donde trabajas. Sería muy atrevida de mi parte en creer que te gano el ego o te creíste realmente el cuento de ser el periodista más influyente de este país, sin analizar bien cuales eran o son las calificaciones de quienes así te lo dijeron.


Algún periodista destacado de tu canal, alguna vez en mi cara, me dijo que tu eras capaz de cambiar la historia de este país, que con tan solo algunos comentarios podrías inclinar unas elecciones y me parece que en algo tenía razón, solo le falto mencionar en qué dirección. Hoy se hizo historia en este país y tu eres parte de ella, cuando en las universidades se eduque a los estudiantes sobre la ética periodística puedo asegurar que serás nombrado como un claro ejemplo de lo que no se debe hacer y eso no es bueno para ti.


Por mucho tiempo seguí tu carrera, digamos que fue desde que llegué aquí, para muchos eras el estandarte de las aspiraciones en el periodismo que queremos hacer. La transformación que sufriste al correr de los años te quito lo que en algún momento admiramos de ese periodista claro y honesto. Hoy las cosas ya no son como ayer, las personas cambian, ya no es mas tu palabra para convencer. Ahora analizamos, pensamos, razonamos, hace tiempo que dejamos de ser borregos, lo cual me satisface y debería emocionarte porque la gran mayoría son paisanos tuyos.


Solo te queda, ahora, renunciar. Tu imagen como la de tus compañeros fue mortalmente herida. Es mejor terminar una carrera de éxitos con una honrosa renuncia a tener que ser parte de un arreglo bajo la mesa entre el dueño de la empresa para la que trabajas y un enfurecido Trump ante quienes fueron sus detractores. Recuerda, al final priman los negocios sin importar los periodistas influyentes de este país.


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