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Por fuente externa

Presidente de Colombia Juan Manuel Santos asegura que nunca pensó que perdería plebicito


BOGOTÁ. El presidente de Colombia y Premio Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos, resaltó el apoyo de los países iberoamericanos al proceso de paz que impulsa en su país, del que dijo “debe terminar muy pronto”. Sostuvo que el espaldarazo de la comunidad internacional lo ha legitimado.


A continuación, el texto íntegro de la entrevista exclusiva a Santos, realizada por la Agencia Efe en Bogotá.


Pregunta: Presidente, ¿cuáles son las expectativas de Colombia con relación a los temas de Juventud, Emprendimiento y Educación, que el Gobierno definió como eje de la XXV Cumbre Iberoamericana?.


Respuesta: Primero, los temas de la cumbre son temas de mucha relevancia para cualquier país en cualquier época, sobre todo en esta. América Latina, Iberoamérica en general, está compitiendo contra otras regiones del mundo en el tema de la educación, en el tema de qué hacer con la juventud, en el tema del emprendimiento.


Todos son temas que todos los países deben tener como prioridad, por eso pensamos que cuando exista la posibilidad de que esa prioridad se vuelva común y podamos crear sinergia con los países para ser mejor educados, más innovadores, y que la juventud se encauce en un mejor camino, eso es una garantía para que las sociedades sean mejores.


Entonces por eso escogimos esos temas y lo que esperamos de esta cumbre es que salgan propuestas concretas en ese sentido, cómo colaboramos más en materia de educación, cómo podemos emprender mejor en nuestros negocios, en nuestros jóvenes, cómo les podemos inculcar el espíritu del emprendimiento, que es tan importante y necesario en un mundo tan cambiante por la tecnología y tan desafiante por lo que está sucediendo a lo largo y ancho de este planeta.


P: Presidente, una de las banderas de su Gobierno es hacer de Colombia el país más educado de América Latina en el 2025. ¿Cree usted que siendo el tema de la educación y la juventud justamente el eje de la cumbre, esa experiencia colombiana se puede exportar a otros países de Iberoamérica?


R: Pues no soy tan pretencioso como para decir que nuestra experiencia se puede exportar, más bien estamos queriendo aprender de otros países, nos queda mucho camino por recorrer.


Pero sí hemos hecho cosas que están teniendo un impacto muy positivo en la calidad de educación y en el acceso a la educación.


Los últimos resultados de las pruebas que les hacemos a nuestros bachilleres señalan un incremento sin precedentes en la calidad de la educación.


También programas que están revolucionando la educación como uno que lo denominamos “Ser Pilo paga”, que es darle becas en las mejores

universidades a los bachilleres más talentosos de los estratos más bajos, y le doy un ejemplo, la Universidad de los Andes, que es considerada la mejor universidad privada en Colombia, el 40 % de los matriculados este año vienen de ese programa. ¿Eso qué hace? Eleva enormemente la calidad de la educación dentro de la universidad y eleva la competencia para acceder a la universidad, y eso tiene un efecto de bola de nieve muy importante en la educación en general.


P: Presidente, los jóvenes colombianos han tenido un protagonismo en las últimas semanas en defensa de la paz, usted mismo algunas veces ha salido a recibirlos, ¿cómo evalúa el compromiso de los jóvenes colombianos con el proceso de paz?


R: Para mí ha sido maravilloso. Cuando supimos de los resultados del plebiscito, en lugar de sentarme a llorar, lo que dije fue, usemos ese proverbio chino: ‘hay que encontrarle la oportunidad a las crisis, hay que encontrarle el lado bueno’, e inmediatamente comenzamos a hacer una labor de unir al país en torno a la paz porque todo el mundo decía que quería la paz. Y algo que para mí ha sido especialmente importante es que la juventud como que se despertó y salió a las calles.


La mayoría de esos muchachos que han salido a las calles a exigir un nuevo acuerdo ya, son jóvenes que no votaron, que están arrepentidos de no haber votado y que se están manifestando. Eso es muy importante para nuestra democracia y muy importante para cualquier sociedad, que los jóvenes se empoderen y se apropien de las grandes decisiones y ¿qué decisión más importante para un país puede haber que la paz?

La paz con las FARC


P: Señor presidente, ¿espera usted que la Cumbre Iberoamericana que comienza mañana suponga un nuevo espaldarazo, un espaldarazo internacional más al proceso de paz en Colombia?


R: Sin duda, allá en todos los países que vienen a esta cumbre han manifestado su apoyo, todos han sido solidarios con el proceso que hemos reiniciado, un proceso que debe terminar muy pronto, en las próximas semanas, no meses sino semanas, para poder implementar la paz también lo más pronto posible, y para mí ha sido muy, muy importante el espaldarazo y el apoyo de la comunidad internacional porque eso ha legitimado mucho este proceso.

El Premio Nobel


P: El premio, el Premio Nobel, señor presidente, una cosa tan importante que efectivamente es un gran espaldarazo para el proceso de paz pero,

¿verdaderamente usted se lo esperaba, cree que, aparte del presidente de Colombia, alguien más tendría que haber sido reconocido también ahí?

R: Pues mire, no lo esperaba, realmente cuando me llamaron a las cuatro de la mañana pensé que era un chiste, que alguien estaba ‘tomando del pelo’ y que quería hacerme una broma. Aquí en Colombia suelen hacer eso con mucha frecuencia. Y vino como caído del cielo, en un momento muy importante porque eso nos dio un nuevo impulso para poder adelantar el proceso que estamos adelantando y terminando en este momento y es el de abrir un gran diálogo nacional, para incorporar las inquietudes de los que votaron ‘no’ a los acuerdos y tener un acuerdo más amplio y más profundo y mejor, y por eso aquí hay un dicho en Colombia que creo que en España también y es muy común: “no hay mal que por bien no venga”.


Creo que haber perdido por tan pequeño margen fue mejor que haber ganado, porque si hubiésemos ganado por un margen pequeño este país estaría en llamas. En cambio ahora tenemos la gran oportunidad de tener un mejor acuerdo y tener un país más unido.

El plebiscito


P: ¿Y por qué convocó usted el referendo sabiendo las complicaciones que una medida de este tipo puede tener en un tema tan sensible ciertamente para la población?


R: Porque yo hice una promesa y pensé desde el principio que era lo correcto. El presidente de la República tiene la facultad y la capacidad de firmar una paz sin necesidad de recurrir a un plebiscito, a una refrendación. Pero era un paso tan importante que pensé que era lo correcto, que era lo apropiado en una democracia y darle más legitimidad a la paz a través de un plebiscito era el camino que nos tocaba tomar. Nunca lo imaginé, lo confieso, nunca supuse que íbamos a tener el resultado que tuvimos, pero nuevamente creo que vamos a salir mejor de lo que estábamos antes.


P: Bueno esto es una de las cuestiones que le quería preguntar, si en algún momento, solo en algún momento, llegó a pensar que se podía perder y si tenía ya un plan en ese sentido previsto para esa circunstancia y, sobre todo, ¿por qué cree que se perdió el referendo, aunque sea por ese tan estrecho margen?


R: La verdad que nunca pensé que íbamos a perder. Mucha gente, sobre todo del exterior, dice cómo es posible que un país vote por continuar una guerra y no alcanzar la paz, algo que me hace recordar creo que era una frase de Erasmus que decía “una mala paz es siempre, siempre mucho mejor que una buena guerra”.


¿Por qué estos resultados? hay una multiplicidad de factores. El propio gerente de la campaña del “no” en una entrevista confesó que la campaña se había basado en estimular la ira y la indignación de la gente a base de mentiras. Por ejemplo a los pensionados les decían que iban a perder las pensiones porque se las iban a dar a los guerrilleros. A los taxistas les decían que les iban a quitar los subsidios para pagar la paz. Y así con cada sector de la población, pues fue efectiva esa campaña.


Por otro lado, ese mismo día el huracán Matthew le pegó con toda su intensidad al norte del país que es el sector del país más propenso a la paz y que más apoya al Gobierno. De manera que hay múltiples factores, hubo mucho desinformación y yo creo que yo también soy responsable por no haber hecho la pedagogía apropiada y efectiva. Yo pensé que la gente conocía los acuerdos y de lo que me estoy dando cuenta en este ejercicio del diálogo que hemos iniciado es que la gente no conocía los acuerdos.


P: Lo que ocurre en ocasiones y se ha dicho por ejemplo con relación al referendo del brexit, es que a veces la población vota en un sentido por un tema, pero realmente está votando por otro tema de fondo, es decir, que por múltiples cuestiones puede ser un castigo al Gobierno y puede ser un momento en el que uno se siente indignado por cualquier cosa, y desde ese punto de vista la reflexión es si, bueno, a lo mejor temas de tanta enjundia, tan importantes, pues hay que someterlos a un plebiscito.


R: Pues precisamente nosotros hicimos unos estudios, unas encuestas, entre los que votaron “no” y por qué votaron “no”. La mayoría votó “no” por un tema totalmente diferente, una controversia que hay en el país sobre lo que se denomina ideología de género, nada tiene qué ver con el proceso de paz, pero muchos de los que querían desinformar sobre el proceso dijeron que el proceso de paz iba a implementar la tal ideología de género. Nada tenía que ver, ya eso se aclaró, ya todos los pastores, la Iglesia católica ya dijeron que efectivamente aquí no hay nada, pero en la campaña dijeron lo contrario. Entonces eso es un ejemplo concreto de muchos ejemplos por los cuales la gente votó “no” que nada tenían qué ver con el acuerdo de paz.

P: Sabiendo lo que ha pasado y el resultado del referendo, ¿usted hoy lo convocaría de nuevo?

R: Pues es una de las alternativas que tengo a mi disposición.


Estamos elaborando un nuevo acuerdo y cuando tengamos el nuevo acuerdo tengo varias opciones. La propia Corte Constitucional determinó que podía sin permiso del Congreso convocar un nuevo plebiscito. Los del “no” no quieren, no quieren porque entre otras cosas saben que entre lo que pasó va a haber una inmensa mayoría.


Pero yo pienso que debo optar por el camino que menos divida al país, este país debe más bien unirse, buscar la paz, buscar la unión. En todas partes del mundo estamos viendo sociedades polarizadas, la polarización estanca, la polarización no deja que se tomen decisiones y que las sociedades progresen, entonces voy a optar por el camino que menos divida al país.


P: ¿Y ese camino podría ser presidente una refrendación en el Congreso?

R: Perfectamente que es, además lo que establece nuestra Constitución; ese es uno de los caminos. No he descartado ninguno, ya cuando tengamos los nuevos acuerdos, dependiendo de la amplitud del consenso, pues vamos a determinar qué camino tomamos.

El nuevo acuerdo


P: Presidente, usted convocó el gran pacto nacional el mismo día del resultado del plebiscito y llamó a los expresidentes Pastrana y Uribe y a diferentes sectores de la sociedad para dialogar; ahora usted al comienzo nos dijo que todo va avanzando y que espera que sea un resultado de semanas, no de meses, es decir, que antes de fin de año ¿podemos tener un nuevo acuerdo de paz?


R: Sin duda, mi propósito y objetivo es tener nuevo acuerdo de paz antes de fin de año y mucho antes de terminar el año.


P: Esos contactos con los expresidentes, con Uribe y Pastrana, considera que efectivamente eso es posible, ¿lo ve al alcance de la mano?

R: Pues sí, yo creo que si hay buena voluntad de parte de ellos sí podemos obtener fácilmente un nuevo acuerdo porque muchos de los temas que ellos han mencionado son temas que se pueden incorporar en los acuerdos sin modificar su esencia básica, depende de su voluntad y su verdadera intención, si es cierto que ellos quieren un acuerdo y un acuerdo rápido vamos a tener luz verde muy pronto.


P: Y una vez, digamos, esas propuestas se lleven a las FARC también, ¿usted lo ve una tarea muy complicada que ellos acepten esos cambios o su percepción, los contactos que los negociadores tienen con ellos qué le indican?


R: Pues nosotros mantenemos una comunicación permanentemente con las FARC, los negociadores en este momento en que estamos hablando nosotros están allá en La Habana, están discutiendo precisamente muchas de las 500 propuestas que hemos recibido y hemos encontrado una buena disposición por parte de las FARC porque ellos también se dan cuenta de que el resultado del plebiscito es un resultado que tenemos que respetar y por eso tenemos que buscar la forma de presentarle a Colombia y al mundo un nuevo acuerdo.


P: ¿Usted, señor presidente, ve que puede haber una marcha atrás, es decir, que volvamos a una situación como las anteriores de enfrentamiento o eso ya está superado?

R: Una de las razones por las cuales debemos hacer todo muy rápido es porque el tiempo conspira contra el proceso. Tener un cese al fuego como el que tenemos en este momento a pesar de que tenemos unos protocolos y tenemos toda una supervisión, es un cese al fuego muy frágil, porque está en un especie de limbo, cualquier cosa ahí puede pasar por eso es tan importante llegar a un nuevo acuerdo muy pronto.


Yo haré todo lo posible, todo lo que esté a mi alcance, lo estoy haciendo 24 horas al día, siete días a la semana, para lograr un nuevo acuerdo lo más pronto para que no echemos marcha atrás; para este país sería fatal que esto se rompiera y volviéramos a la guerra con las FARC, sería una catástrofe por eso yo estoy confiado de que lo vamos a lograr.


P: Presidente, usted va el 10 de diciembre a Oslo a recibir el Premio Nobel, allá en su discurso la paz definitiva ¿puede ser ya esa buena noticia con esos tiempos que usted está manejando?


R: Pues a eso estoy aspirando, pero siempre poner fechas fatales es contraproducente, pero por supuesto que yo espero que ese nuevo acuerdo ya por lo menos esté sobre la mesa para esa fecha, no sé si implementado, creo que implementado ya requeriría un poco más de tiempo o de pronto sí, pero el texto de un nuevo acuerdo mi objetivo es que esté listo antes de finalizar noviembre.

El ELN

P: ¿Lo del ELN, presidente, lo ve más complicado por la propia característica de ese grupo?

R: Sí ha sido un poco más complejo. Tenemos ya una agenda, es un grupo más pequeño, pero no por eso deja de ser importante que hagamos la paz con ellos también y vamos a iniciar el proceso abierto apenas se cumplan las condiciones que establecimos. Hubo un traspiés el día que íbamos a iniciar esa fase pública porque no se cumplió con la liberación de unos secuestrados, espero que muy pronto se dé para poder iniciar, de manera que tengo toda la voluntad y la mejor intención para avanzar con el ELN también.


P: Presidente, en cuanto a los tiempos del ELN, no le estoy pidiendo una fecha, pero ¿cómo lo ve usted? Eso es algo que tiene que terminar antes de, mejor dicho, con usted en el Gobierno, ¿qué plazos maneja usted?


R: Poner plazos, como le digo fechas fatales, siempre es contraproducente. Cuando yo comencé el proceso con las FARC, el proceso público que fue hace cuatro años, alguien me preguntó eso y dije: “espero que sean meses y no años” y eso me costó sangre, porque me dijeron que yo había dicho meses y por qué se demoró tanto; entonces yo prefiero no dar ni siquiera una expectativa de tiempos, por supuesto a todos nos conviene que se dé el acuerdo lo más pronto posible, ¿cuánto es pronto? me queda difícil decirlo.


P: Presidente, ¿si el ELN efectivamente libera a los secuestrados que hacen falta, los negociadores viajarían a Quito inmediatamente o habría que esperar algunos días, cómo se da ese paso después de lo sucedido hoy a lo que viene ahora en adelante?


R: Hay qué ver qué va a pasar, en este momento se suspendió.


Siempre en estos casos se elabora un nuevo procedimiento, eso a veces toma tiempo pero se requieren dos para bailar, entonces cualquier decisión que se tome pues tiene que ser de común acuerdo.

P: ¿Le ha parecido más complicado negociar con el ELN que con las FARC, por los menos en el arranque?

R: Son dos negociaciones distintas con dos estilos distintos e inclusive, por ejemplo, en el caso de las FARC tenemos un equipo negociador muy preciso, unos plenipotenciarios, unos que están alternos. En este otro caso pues vamos a hacer un esquema completamente diferente, va a haber una masa crítica de negociadores, que el jefe negociador va escogiendo de acuerdo a los temas, de acuerdo a las circunstancias, entonces no vamos a tener como en La Habana a todo el mundo todo el tiempo, sino los que están preparados y son los apropiados para ciertos temas estarán en el momento en que ese tema se discuta.


P: Presidente, usted lo dijo muchas veces que este es un solo proceso de paz con dos mesas de negociación, pero que la idea es que la paz confluya en uno solo. En vista de lo que sucedió con el plebiscito y que el proceso con las FARC tuvo un tiempo extra, un alargue y que el del ELN está a punto de comenzar, ¿cree usted que se puede dar la circunstancia de que termine ocurriendo aquella conjunción de los dos procesos en uno solo?

R: Le voy a dar el ejemplo de uno de los temas: la justicia transicional. Lo normal, lo lógico, sería que los dos procesos deberían concluir en una sola justicia transicional, no vamos a negociar dos justicias transicionales. Entonces hay ciertos aspectos donde es natural y lógico que confluyan. En otros aspectos, son dos guerrillas diferentes con dos formas y temarios diferentes.

Elecciones en EE.UU.


P: Presidente, tenemos las elecciones americanas a la vuelta de la esquina. Le habrán preguntado ya mucho por esto, yo no le voy a preguntar a quién prefiere usted, que tampoco me lo va a decir seguramente, en cualquier caso piense, imagine que por casualidad ganara Donald Trump, ¿eso podría perjudicar las relaciones de Estados Unidos con Colombia?


R: Colombia ha tenido el privilegio de tener apoyo bipartidista durante muchos años. El Plan Colombia fue una iniciativa, tal vez la más exitosa de la política exterior norteamericana de los últimos tiempos y fue una política bipartidista. Todos los presidentes nos hemos encargado de cosechar ese apoyo bipartidista, hoy tenemos un apoyo bipartidista y yo espero que cualquiera que sea el presidente se mantenga ese apoyo bipartidista.

Visita de Estado al Reino Unido


P: Presidente, y hablemos ahora sobre el viaje de Estado al Reino Unido que usted hará la próxima semana. Es un acontecimiento histórico porque es la primera vez que un presidente colombiano hace una visita de Estado al Reino Unido, ¿cuáles son los objetivos de ese viaje?

R: Efectivamente, es la primera vez que después de doscientos años de vida republicana en Colombia un presidente va en visita de Estado, en el caso particular mío tiene una importancia personal porque yo viví diez años en Inglaterra, tengo un gran aprecio por el Reino Unido, va a ser la única visita de Estado de este año, hacía muchísimos años que no había sino una visita de Estado (en el Reino Unido) y este año coincide y va a ser la primera visita después del brexit.


Hay un gran interés por parte del Reino Unido y por parte de Colombia para aprovechar y fortalecer aspectos de diversa índole en materia comercial y en materia de inversión. Por ejemplo, vamos a firmar un tratado de doble tributación para incentivar la inversión y tener las reglas de juego más claras.

Inglaterra y el Reino Unido tienen mucho de lo que Colombia necesita y creo nosotros tenemos mucho de lo que el Reino Unido necesita, o sea que hay un complemento muy importante que vamos a aprovechar para poder generar sinergias en esta relación que ha sido una relación muy buena. El Reino Unido e Inglaterra nos ha apoyado muchísimo no solamente en el proceso de paz, sino en otros frentes como el de la seguridad, de la inteligencia, en educación, en innovación y la tecnología, de manera que hay mucho donde podemos avanzar con otros países.


Cumbres iberoamericanas

P: Presidente, ya para concluir, empezamos hablando de las cumbres iberoamericanas y una última pregunta: se cumplen 25 años y se ha avanzado muchísimo, la verdad, en lo que es la relación entre los países que forman parte de la comunidad iberoamericana, pero ¿no cree que quizás habría que hacer alguna cosa más, ser un poco más atrevidos, dar un paso más adelante para que las cumbres no se queden simplemente en algo testimonial, sino que pueda haber algo más de frutos de esta relación?


R: Yo me acuerdo que fui a la segunda cumbre (en Madrid 1992) que era cuando España estaba inaugurando la Feria de Sevilla y yo fui a reemplazar al presidente Gaviria que no pudo ir porque se le había volado Pablo Escobar de la cárcel, entonces yo fui a reemplazarlo y fui a la Feria de Sevilla, el día de Colombia que fue una experiencia maravillosa que me tocó inaugurar el tren bala y mucha agua ha corrido bajo los puentes desde esa época.


Las cumbres, no solamente la iberoamericana, en general hay tantas que han perdido fuerza, por eso, por ejemplo, decidimos que no íbamos a hacer una cumbre todos los años, sino cada dos años para que se pudiera madurar mejor cualquier decisión y tener mayores consensos y yo creo que en la medida en que podamos ir identificando esos comunes denominadores donde podemos trabajar todos juntos y hacer que las cumbres sean más efectivas, pues todos vamos a ganar, pero efectivamente hay demasiadas cumbres y la cantidad creo que sí ha afectado la calidad


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