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Por la Redacció

Conozca el documento integro del Pacto Mundical Migrantes

Pacto migratorio de la ONU "Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes




Asamblea General Distr. limitada

13 de septiembre de 2016

Español

Original: inglés

16-15809 (S) 140916 140916

*1615809*



Septuagésimo primer período de sesiones

Temas 13 y 118 del programa provisional**

Aplicación y seguimiento integrados y coordinados

de los resultados de las grandes conferencias y

cumbres de las Naciones Unidas en las esferas

económica y social y esferas conexas

Seguimiento de los resultados de la Cumbre del Milenio

Proyecto de resolución remitido a la reunión

plenaria de alto nivel de la Asamblea General

sobre la respuesta a los grandes desplazamientos

de refugiados y migrantes en su septuagésimo

período de sesiones

Declaración de Nueva York para los Refugiados

y los Migrantes

La Asamblea General,

Aprueba el siguiente documento final de la reunión plenaria de alto nivel sobre

la respuesta a los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes:

Declaración de Nueva York para los Refugiados

y los Migrantes

Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno y altos representantes, reunidos

en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York el 19 de septiembre de 2016 para

examinar la cuestión de los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes,

hemos aprobado la siguiente declaración política:

* Publicado nuevamente por razones técnicas el 15 de septiembre de 2016.

** A/71/150.

A/71/L.1

2/28 16-15809


https://es.scribd.com/document/394717373/Resolucion-de-Nueva-York#download

I. Introducción

1. La humanidad ha estado en movimiento desde los tiempos más antiguos.

Algunas personas se desplazan en busca de nuevas oportunidades económicas y

nuevos horizontes. Otras lo hacen para escapar de los conflictos armados, la

pobreza, la inseguridad alimentaria, la persecución, el terrorismo o las violaciones y

los abusos de los derechos humanos. Hay otras personas que se desplazan por los

efectos adversos del cambio climático o de desastres naturales (algunos de los

cuales pueden estar vinculados al cambio climático) u otros factores ambientales.

Muchos se trasladan, de hecho, debido a varios de esos motivos.

2. Hemos examinado hoy la mejor manera en que la comunidad internacional

debe responder al creciente fenómeno mundial de los grandes desplazamientos de

refugiados y migrantes.

3. En la actualidad, estamos en presencia de una movilidad humana que ha

alcanzado un nivel sin precedentes. Más personas que nunca viven un país distinto

de aquel donde nacieron. En todos los países del mundo hay migrantes que, en su

mayoría, se trasladan de un lugar a otro sin incidentes. El número de migrantes

crece a un ritmo más rápido que el de la población mundial, y en 2015 ascendió a

más de 244 millones. Sin embargo, hay aproximadamente 65 millones de personas

desplazadas por la fuerza, entre ellas más de 21 millones de refugiados, 3 millones

de solicitantes de asilo y más de 40 millones de desplazados internos.

4. Al aprobar hace un año la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible1

,

reconocimos claramente la contribución positiva de los migrantes al crecimiento

inclusivo y al desarrollo sostenible. Nuestro mundo es un mundo mejor gracias a esa

contribución. Los beneficios y las oportunidades que ofrece la migración segura,

ordenada y regular son considerables y a menudo se subestiman. En cambio, el

desplazamiento forzoso y la migración irregular de personas en grandes

movimientos suelen plantear problemas complejos.

5. Reafirmamos los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.

Reafirmamos también la Declaración Universal de Derechos Humanos2

y

recordamos los principales tratados internacionales de derechos humanos.

Reafirmamos, y protegeremos plenamente, los derechos humanos de todos los

refugiados y migrantes, independientemente de su condición; todos son titulares de

derechos. En nuestra respuesta respetaremos plenamente el derecho internacional y

el derecho internacional de los derechos humanos y, cuando proceda, el derecho

internacional de los refugiados y el derecho internacional humanitario.

6. Aunque el trato que se les dispensa se rige por marcos jurídicos separados, los

refugiados y los migrantes tienen los mismos derechos humanos universales y

libertades fundamentales. Afrontan también muchos problemas comunes y tienen

vulnerabilidades similares, incluso en el contexto de los grandes desplazamientos.

Cabe entender que el término “grandes desplazamientos” refleja una serie de

consideraciones, entre ellas las siguientes: el número de personas que llegan; el

contexto económico, social y geográfico; la capacidad de respuesta del Estado

receptor; y las repercusiones de un desplazamiento de carácter repentino o

prolongado. El término no abarca, por ejemplo, las corrientes habituales de

__________________

1

Resolución 70/1.

2

Resolución 217 A (III).

A/71/L.1

16-15809 3/28

migrantes de un país a otro. En los “grandes desplazamientos” pued

A/71/L.1

4/28 16-15809

para prevenir las situaciones de crisis en las etapas iniciales, sobre la base de la

diplomacia preventiva. También haremos frente a esas causas mediante la

prevención y la solución pacífica de los conflictos, una mayor coordinación de las

actividades de asistencia humanitaria, desarrollo y consolidación de la paz, la

promoción del estado de derecho en los planos nacional e internacional y la

protección de los derechos humanos. De manera análoga, nos ocuparemos de los

desplazamientos causados por la pobreza, la inestabilidad, la marginación y la

exclusión y la falta de oportunidades económicas y de desarrollo, prestando especial

atención a las poblaciones más vulnerables. Trabajaremos con los países de origen

para reforzar su capacidad.

13. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Todo

ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad

jurídica. Recordamos nuestras obligaciones, contraídas en virtud del derecho

internacional, que prohíben todo tipo de discriminación por motivos de raza, color,

sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social,

posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social. Sin embargo, en

muchas partes del mundo observamos, con gran preocupación, respuestas cada vez

más xenófobas y racistas ante los refugiados y los migrantes.

14. Condenamos enérgicamente los actos y las manifestaciones de racismo,

discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia contra los

refugiados y los migrantes, así como los estereotipos que se les suelen aplicar,

especialmente los basados en la religión o las creencias. La diversidad enriquece a

todas las sociedades y contribuye a la cohesión social. La demonización de los

refugiados o migrantes atenta gravemente contra los valores de dignidad e igualdad

de todos los seres humanos que hemos prometido defender. Reunidos hoy en las

Naciones Unidas, el lugar donde nacieron y se custodian esos valores universales,

lamentamos todas las manifestaciones de xenofobia, discriminación racial e

intolerancia. Adoptaremos una serie de medidas para contrarrestar esas actitudes y

comportamientos, en particular con respecto a los delitos motivados por los

prejuicios, el discurso de odio y la violencia racial. Acogemos con beneplácito la

campaña mundial de lucha contra la xenofobia propuesta por el Secretario General y

la llevaremos adelante en cooperación con las Naciones Unidas y todos los

interesados pertinentes, de conformidad con el derecho internacional. La campaña

pondrá de relieve, entre otras cosas, el contacto directo y personal entre las

comunidades de acogida y los refugiados y migrantes y resaltará las contribuciones

positivas de estos últimos, así como nuestra humanidad común.

15. Invitamos al sector privado y a la sociedad civil, incluidas las organizaciones

de refugiados y migrantes, a que participen en alianzas de múltiples interesados para

apoyar los esfuerzos por cumplir los compromisos que asumimos hoy día.

16. En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, prometimos que nadie se

quedaría atrás. Declaramos que deseábamos ver cumplidos los Objetivos de

Desarrollo Sostenibles y sus metas para todas las naciones y los pueblos y para

todos los sectores de la sociedad. Afirmamos también que nos esforzaríamos por

llegar primero a los más rezagados. Reafirmamos hoy los compromisos relacionados

con las necesidades específicas de los migrantes o refugiados. En la Agenda 2030 se

plantea claramente, entre otras cosas, que facilitaremos la migración y la movilidad

ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la

aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas. Las necesidades

A/71/L.1

16-15809 5/28

de los refugiados, los desplazados internos y los migrantes se reconocen

expresamente.

17. La implementación de todas las disposiciones pertinentes de la Agenda 2030

permitirá reforzar la contribución positiva que hacen los migrantes al desarrollo

sostenible. Al mismo tiempo, se podrán encarar muchas de las causas fundamentales

de los desplazamientos forzosos, lo que ayudará a crear condiciones más favorables

en los países de origen. Al reunirnos hoy, un año después de la aprobación de la

Agenda 2030, afirmamos que estamos decididos a aprovechar todo el pleno de la

Agenda en favor de los refugiados y los migrantes.

18. Recordamos el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres

2015-20303

y sus recomendaciones sobre las medidas para mitigar los riesgos

asociados a los desastres. Los Estados que han firmado y ratificado el Acuerdo de

París sobre el Cambio Climático4

acogen con beneplácito ese acuerdo y están

comprometidos con su aplicación. Reafirmamos la Agenda de Acción de Addis

Abeba de la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el

Desarrollo5

, incluidas las disposiciones que se aplican a los refugiados y los

migrantes.

19. Tomamos nota del informe del Secretario General, titulado “En condiciones de

seguridad y dignidad: respuesta a los grandes desplazamientos de refugiados y

migrantes”6

, preparado en cumplimiento de la decisión 70/539 de la Asamblea

General, de 22 de diciembre de 2015, como parte de los preparativos de esta reunión

de alto nivel. Si bien reconocemos que las conferencias siguientes concluyeron sin

resultados acordados a nivel intergubernamental o tuvieron alcance regional,

tomamos nota de la Cumbre Humanitaria Mundial, celebrada en Estambul (Turquía)

los días 23 y 24 de mayo de 2016, la reunión de alto nivel sobre las cuestiones de la

responsabilidad compartida de todos los países y las vías de admisión de refugiados

sirios, convocada por el Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para

los Refugiados y celebrada el 30 de marzo de 2016, la Conferencia de Apoyo a Siria

y la Región, celebrada en Londres el 4 de febrero de 2016, y la conferencia sobre

promesas de contribuciones para los refugiados somalíes, celebrada en Bruselas el

21 de octubre de 2015. Si bien reconocemos que las iniciativas siguientes tienen

carácter regional y se aplican únicamente a los países que participan en ellas,

tomamos nota de iniciativas regionales como el Proceso de Bali sobre el Tráfico

Ilícito de Migrantes, la Trata de Personas y los Delitos Transnacionales Conexos, la

Iniciativa de la Unión Europea y el Cuerno de África sobre Rutas Migratorias y la

Iniciativa de la Unión Africana y el Cuerno de África sobre el Tráfico Ilícito de

Migrantes y la Trata de Personas (el proceso de Jartum), el Proceso de Rabat, el

Plan de Acción de La Valetta y la Declaración y Plan de Acción del Brasil.

20. Reconocemos el gran número de personas desplazadas dentro de las fronteras

nacionales y la posibilidad de que esas personas soliciten protección y asistencia en

otros países como refugiados o migrantes. Observamos que es necesario reflexionar

sobre estrategias eficaces para garantizar de manera apropiada la prestación de

asistencia a los desplazados internos y su protección y para prevenir y reducir esos

desplazamientos.

__________________

3

Resolución 69/283, anexo II.

4

Véase FCCC/CP/2015/10/Add.1, decisión 1/CP.21, anexo.

5

Resolución 69/313, anexo.

6

A/70/59.

A/71/L.1

6/28 16-15809

Compromisos

21. Hemos aprobado hoy una serie de compromisos que se aplican tanto a los

refugiados como a los migrantes, así como conjuntos separados de compromisos

con respecto a los refugiados y los migrantes. Al asumirlos, tenemos en cuenta las

distintas realidades, capacidades y niveles de desarrollo nacionales y respetamos las

políticas y prioridades de cada país. Reafirmamos nuestra adhesión al derecho

internacional y ponemos de relieve que la presente declaración y sus anexos habrán

de aplicarse de manera compatible con los derechos y las obligaciones de los

Estados en virtud del derecho internacional. Aunque algunos compromisos se

aplican principalmente a un grupo, también pueden ser aplicables al otro grupo.

Además, si bien todos los compromisos están enmarcados en el contexto de los

grandes desplazamientos que examinamos hoy, muchos pueden aplicarse también a

la migración regular. En el anexo I de la presente declaración figura un marco de

respuesta integral para los refugiados y se esbozan los pasos necesarios para

concertar en 2018 un pacto mundial sobre la cuestión de los refugiados, mientras

que en el anexo II se establecen medidas para concertar en 2018 un pacto mundial

para la migración segura, ordenada y regular.

II. Compromisos que se aplican tanto a los refugiados como

a los migrantes

22. Subrayando la importancia de adoptar un enfoque integral de las cuestiones

pertinentes, garantizaremos que se dé a todas las personas que llegan a nuestros

países, en particular las que formen parte de grandes movimientos, ya sean

refugiados o migrantes, una acogida rápida, respetuosa, humana y digna, que se

centre en las personas y tenga en cuenta las cuestiones de género. Garantizaremos

también el pleno respeto y la protección de sus derechos humanos y libertades

fundamentales.

23. Reconocemos, y las atenderemos de conformidad con las obligaciones que nos

incumben en virtud del derecho internacional, las necesidades especiales de todas

las personas que se encuentran en situación vulnerable y que viajan durante los

grandes desplazamientos de refugiados y migrantes, como las mujeres en situación

de riesgo, los niños, especialmente los menores no acompañados o separados de sus

familias, los miembros de minorías étnicas y religiosas, las víctimas de la violencia,

las personas de edad, las personas con discapacidad, las personas que son objeto de

discriminación, por el motivo que sea, los pueblos indígenas, las víctimas de la trata

de personas, y las víctimas de la explotación y los abusos cometidos en el contexto

del tráfico ilícito de migrantes.

24. Reconociendo que los Estados tienen derechos y responsabilidades en la

gestión y el control de sus fronteras, aplicaremos procedimientos de control de

fronteras que sean conformes con las obligaciones aplicables en virtud del derecho

internacional, incluido el derecho internacional de los derechos humanos y el

derecho internacional de los refugiados. Promoveremos la cooperación internacional

en materia de gestión y control de las fronteras como un elemento importante de la

seguridad de los Estados, incluidas las cuestiones relativas a la lucha contra la

delincuencia organizada transnacional, el terrorismo y el comercio ilícito.

Velaremos por que los funcionarios públicos y los funcionarios encargados de hacer

cumplir la ley que trabajan en las zonas fronterizas estén capacitados para respetar

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16-15809 7/28

los derechos humanos de todas las personas que cruzan o tratan de cruzar las

fronteras internacionales. Fortaleceremos la cooperación internacional en la gestión

de las fronteras, incluso en lo que respecta a la capacitación y el intercambio de las

mejores prácticas. Intensificaremos el apoyo en ese ámbito y contribuiremos al

desarrollo de la capacidad, según proceda. Reafirmamos que, de conformidad con el

principio de no devolución, las personas no deben ser devueltas a las fronteras.

Reconocemos también que los Estados, al tiempo que respetan esas obligaciones y

principios, tienen derecho a tomar medidas para impedir el cruce irregular de sus

fronteras.

25. Procuraremos reunir información precisa sobre los grandes desplazamientos de

refugiados y migrantes. Asimismo, adoptaremos medidas para identificar

correctamente sus nacionalidades y determinar las razones de su desplazamiento.

Tomaremos medidas para identificar a las personas que buscan protección

internacional en calidad de refugiados.

26. Seguiremos protegiendo los derechos humanos y las libertades fundamentales

de todas las personas en tránsito y después de su llegada. Destacamos la importancia

de atender, a su llegada, las necesidades inmediatas de las personas que se hayan

visto expuestas a malos tratos físicos o psicológicos mientras se encontraban en

tránsito, sin discriminación y con independencia de su condición jurídica o situación

migratoria o de los medios de transporte que hayan empleado. Con ese fin,

consideraremos la posibilidad de prestar debido apoyo al desarrollo de la capacidad

de los países que reciben refugiados y migrantes en gran número y que lo soliciten.

27. Estamos decididos a hacer frente a los movimientos inseguros de refugiados y

migrantes, en particular los movimientos de refugiados y migrantes de carácter

irregular. Lo haremos sin perjuicio del derecho a solicitar asilo. Lucharemos contra

la explotación, el abuso y la discriminación que sufren muchos refugiados y

migrantes.

28. Expresamos nuestra profunda preocupación por el gran número de personas

que han perdido la vida en tránsito. Encomiamos los esfuerzos que se han hecho

para rescatar a las personas en situación de peligro en el mar. Nos comprometemos a

intensificar la cooperación internacional dirigida a fortalecer los mecanismos de

búsqueda y salvamento. Trabajaremos también por mejorar la disponibilidad de

datos exactos sobre el paradero de las personas y las embarcaciones abandonadas a

su suerte en el mar. Además, reforzaremos nuestro apoyo a las labores de rescate en

tierra a lo largo de rutas peligrosas o aisladas, y en primer lugar destacaremos los

riesgos que entraña el uso de esas rutas.

29. Reconocemos que las mujeres y los niños son especialmente vulnerables

durante el viaje del país de origen al país de llegada y adoptaremos medidas para

encarar esas vulnerabilidades. Las mujeres y los niños pueden verse expuestos a la

discriminación y la explotación, así como al abuso sexual y los malos tratos físicos

y psicológicos, la violencia, la trata de personas y las formas contemporáneas de

esclavitud.

30. Alentamos a los Estados a que se ocupen de atender la vulnerabilidad al VIH y

las necesidades de salud específicas de las poblaciones migrantes y móviles y de los

refugiados y las poblaciones afectadas por crisis y adopten medidas para reducir el

estigma, la discriminación y la violencia, y los alentamos también a que examinen

las políticas sobre restricciones a la entrada de personas seropositivas, con miras a

A/71/L.1

8/28 16-15809

eliminar esas restricciones y la devolución de personas por su condición de

seropositivas, y a que faciliten su acceso a servicios de prevención, tratamiento,

atención y apoyo en relación con el VIH;

31. Nos aseguraremos de que en nuestras respuestas a los grandes desplazamientos

de refugiados y migrantes se incorpore la perspectiva de género, se promuevan la

igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas y se

respeten y protejan plenamente los derechos humanos de las mujeres y las niñas.

Lucharemos en la mayor medida posible contra la violencia sexual y la violencia

por razón de género. Facilitaremos el acceso a servicios de atención de la salud

sexual y reproductiva. Combatiremos las formas múltiples e interrelacionadas de

discriminación contra las mujeres y niñas refugiadas y migrantes. Al mismo tiempo,

reconociendo la importante contribución y el liderazgo de las mujeres en las

comunidades de refugiados y migrantes, trabajaremos para garantizar que participen

de manera plena, fructífera y en pie de igualdad en la formulación de soluciones y

oportunidades locales. Tomaremos en consideración las diferentes necesidades,

vulnerabilidades y capacidades de las mujeres, las niñas, los niños y los hombres.

32. Protegeremos los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos

los niños refugiados y migrantes, independientemente de su condición, teniendo en

cuenta en todo momento el interés superior del niño como consideración principal.

Esto se aplicará en particular a los niños no acompañados y los que estén separados

de sus familias; remitiremos su atención a las autoridades nacionales de protección

de la infancia y otras autoridades competentes. Cumpliremos las obligaciones que

nos incumben en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño7

.

Procuraremos proporcionar servicios básicos de salud, educación y desarrollo

psicosocial y servicios de inscripción de todos los nacimientos en nuestros

territorios. Estamos decididos a asegurar que todos los niños estén estudiando en un

plazo de unos meses después de su llegada, y daremos prioridad a las asignaciones

presupuestarias que contribuyan a ese propósito, incluso mediante el apoyo a los

países de acogida, según sea necesario. Nos esforzaremos por brindar a los niños

refugiados y migrantes un entorno propicio para la plena realización de sus derechos

y capacidades.

33. Reafirmando que todas las personas que cruzan o tratan de cruzar las fronteras

internacionales tienen derecho a las debidas garantías procesales a la hora de

evaluar su condición jurídica y de determinar si se les permite la entrada y si están

autorizados a permanecer en el país, estudiaremos la posibilidad de revisar las

políticas que penalizan los movimientos transfronterizos. Trataremos también de

emplear medidas sustitutivas de la detención entretanto se realicen esas

evaluaciones. Además, reconociendo que, a los efectos de determinar la situación

migratoria, la detención raras veces o nunca redunda en el interés superior del niño,

la utilizaremos únicamente como medida de último recurso, en el entorno menos

restrictivo, durante el período más breve posible, en condiciones que respeten los

derechos humanos de cada niño y de manera que se tenga en cuenta como

consideración primordial el interés superior del niño, y trabajaremos para poner fin

a esa práctica.

34. Reafirmando la importancia de la Convención de las Naciones Unidas contra

la Delincuencia Organizada Transnacional y sus dos protocolos pertinentes8

,

__________________

7

Naciones Unidas, Treaty Series, vol. 1577, núm. 27531.

8

Ibid., vols. 2225, 2237 y 2241, núm. 39574.

A/71/L.1

16-15809 9/28

alentamos la ratificación de los instrumentos internacionales sobre la prevención y

lucha contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, la adhesión a ellos

y su aplicación.

35. Reconocemos que los refugiados y los migrantes que forman parte de grandes

movimientos corren un mayor riesgo de ser víctimas de la trata y de ser sometidos a

trabajo forzoso. Combatiremos enérgicamente la trata de personas y el tráfico ilícito

de migrantes con miras a su eliminación, incluso medidas selectivas encaminadas a

identificar a las víctimas de la trata o las personas que corran el riesgo de serlo,

garantizando el pleno respeto de las obligaciones que nos impone el derecho

internacional. Prestaremos apoyo a las víctimas de la trata de personas.

Trabajaremos para prevenir la trata de personas entre los desplazados.

36. Con miras a desarticular y eliminar las redes delictivas involucradas en esos

actos, examinaremos nuestra legislación nacional para garantizar que sea conforme

con las obligaciones que nos impone el derecho internacional en lo tocante al tráfico

ilícito de migrantes, la trata de personas y la seguridad marítima. Pondremos en

práctica el Plan de Acción Mundial de las Naciones Unidas para Combatir la Trata

de Personas9

. Estableceremos o mejoraremos, según proceda, las políticas

nacionales y regionales de lucha contra la trata de personas. Tomamos nota de

iniciativas regionales como la Iniciativa de la Unión Africana y el Cuerno de África

sobre el Tráfico Ilícito de Migrantes y la Trata de Personas, el Plan de Acción contra

la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños, de la Asociación de Naciones

del Asia Sudoriental, la Estrategia de la Unión Europea para la erradicación de la

trata de seres humanos 2012-2016, y los planes de trabajo para combatir la trata de

personas en el hemisferio occidental. Acogemos con satisfacción el fortalecimiento

de la cooperación técnica en los planos regional y bilateral entre los países de

origen, tránsito y destino para prevenir la trata de personas y el tráfico ilícito de

migrantes y procesar a los tratantes y contrabandistas.

37. Somos partidarios de que se adopte un enfoque que aborde los factores

determinantes y las causas profundas de los grandes desplazamientos de refugiados

y migrantes, incluidos los desplazamientos forzosos y las crisis prolongadas, para,

entre otras cosas, reducir la vulnerabilidad, combatir la pobreza, mejorar la

autosuficiencia y la resiliencia, reforzar el nexo entre las cuestiones humanitarias y

el desarrollo y mejorar la coordinación con las actividades de consolidación de la

paz. Todo ello implicará coordinar las respuestas priorizadas a partir de una

evaluación conjunta e imparcial de las necesidades y facilitar la cooperación entre

los mandatos institucionales.

38. Adoptaremos medidas para proporcionar, sobre la base de la cooperación

bilateral, regional e internacional, financiación para la asistencia humanitaria que

sea suficiente, flexible, previsible y sistemática, para que los países y las

comunidades de acogida puedan responder a las necesidades humanitarias

inmediatas y a sus necesidades de desarrollo a más largo plazo. Es preciso subsanar

los déficits de financiación para las actividades humanitarias, considerando la

posibilidad de recurrir, según corresponda, a recursos adicionales. En ese sentido,

esperamos que se establezca una cooperación estrecha entre los Estados Miembros,

las entidades de las Naciones Unidas y otros agentes y entre las Naciones Unidas y

las instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial, cuando

__________________

9

Resolución 64/293.

A/71/L.1

10/28 16-15809

proceda. Aspiramos a contar con sistemas de financiación innovadores,

instrumentos de financiación del riesgo para las comunidades afectadas y otras

ganancias en eficiencia, como reducir los gastos de gestión, mejorar la

transparencia, emplear cada vez más al personal de respuesta nacional, ampliar el

uso de la asistencia en efectivo, reducir la duplicación, aumentar la colaboración

con los beneficiarios, disminuir la asignación de fondos para fines específicos y

armonizar la presentación de informes, a fin de garantizar un uso más

A/71/L.1

16-15809 11/28

informar a los migrantes de los diversos procesos relacionados con su llegada y

estancia en los países de tránsito, destino y retorno.

43. Nos comprometemos a atacar los factores que provocan o exacerban los

grandes desplazamientos. Analizaremos los factores que provocan o agravan los

grandes desplazamientos y responderemos a ellos, incluso en los países de origen.

Cooperaremos para crear condiciones que permitan a las comunidades y las

personas vivir en paz y prosperidad en su patria. La migración debe ser una opción,

no una necesidad. Tomaremos medidas que tengan por fin, entre otros, implementar

la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, entre cuyos objetivos se cuentan los

de erradicar la pobreza extrema y la desigualdad, revitalizar la Alianza Mundial para

el Desarrollo Sostenible, promover sociedades pacíficas e inclusivas fundadas en el

estado de derecho y el derecho internacional de los derechos humanos, crear las

condiciones necesarias para el crecimiento económico equilibrado, sostenible e

inclusivo y el empleo, combatir la degradación del medio ambiente y asegurar la

eficacia de las respuestas a los desastres naturales y los efectos adversos del cambio

climático.

44. Reconociendo que la falta de oportunidades educativas suele ser un factor de

expulsión, especialmente para los jóvenes, nos comprometemos a reforzar la

capacidad de los países de origen, en particular la de las instituciones educativas.

Nos comprometemos también a aumentar las oportunidades de empleo, en particular

para los jóvenes, en los países de origen. Reconocemos también los efectos que

tiene la migración en el capital humano de los países de origen.

45. Estudiaremos la posibilidad de revisar nuestras políticas de migración con

miras a estudiar sus posibles consecuencias negativas imprevistas.

46. Reconocemos también que la migración internacional es una realidad

pluridimensional de gran pertinencia para el desarrollo de los países de origen,

tránsito y destino que exige respuestas coherentes e integrales. Los migrantes

pueden hacer contribuciones positivas y profundas al desarrollo económico y social

de las sociedades de acogida y a la creación de riqueza mundial. Pueden ayudar a

responder a las tendencias demográficas, la escasez de mano de obra y otras

dificultades que afrontan las sociedades de acogida, y aportar nuevas aptitudes y

dinamismo a la economía de esas sociedades. Reconocemos los beneficios que

genera la migración para el desarrollo de los países de origen, entre otras cosas

gracias a que las diásporas participan en el desarrollo económico y la

reconstrucción. Nos comprometeremos a reducir los costos de la migración laboral y

a promover políticas y prácticas de contratación ética entre los países de origen y de

destino. Promoveremos transferencias más rápidas, económicas y seguras de las

remesas de los migrantes tanto en los países de origen como en los receptores,

incluso reduciendo los costos de transacción, así como una interacción más sencilla

entre las diásporas y sus respectivos países de origen. Quisiéramos que esas

contribuciones tuvieran mayor reconocimiento y, de hecho, se incrementaran en el

contexto de la implementación de la Agenda 2030.

47. Velaremos por que todos los aspectos de la migración estén integrados en los

planes mundiales, regionales y nacionales de desarrollo sostenible y en las políticas

y los programas humanitarios, de consolidación de la paz y de derechos humanos.

48. Instamos a los Estados que no lo hayan hecho a que consideren la posibilidad

de ratificar la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de

A/71/L.1

12/28 16-15809

Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares10 o de adherirse a ella.

Instamos también a los Estados que no lo hayan hecho a que consideren la

posibilidad de adherirse a los convenios de la Organización Internacional del

Trabajo al respecto, según proceda. Observamos, asimismo, que los migrantes gozan

de derechos y protección en virtud de diversas disposiciones del derecho

internacional.

49. Nos comprometemos a fortalecer la gobernanza mundial de la migración. Por

consiguiente, acogemos y respaldamos complacidos el acuerdo orientado a estrechar

la relación jurídica y de trabajo entre las Naciones Unidas y la Organización

Internacional para las Migraciones en su calidad de organización conexa11, que sus

Estados Miembros consideran el organismo principal a escala mundial en el ámbito

de la migración. Esperamos con interés la aplicación de este acuerdo, que prestará

asistencia y protección a los migrantes de manera más integral, ayudará a los

Estados a resolver las cuestiones relacionadas con la migración y promoverá una

mayor coherencia entre el ámbito de la migración y otros ámbitos de políticas

conexos.

50. Ayudaremos, con imparcialidad y según las necesidades, a los migrantes de

países que atraviesan conflictos o desastres naturales, coordinando la labor, según

proceda, con las autoridades nacionales competentes. Si bien reconocemos que no

todos los Estados están participando en ellas, hacemos notar, en este sentido, la

iniciativa Migrantes en Países en Crisis y la Agenda para la Protección de las

Personas Desplazadas a través de Fronteras en el Contexto de Desastres y Cambio

Climático, aprobada en el marco de la Iniciativa Nansen.

51. Tomamos nota de la labor realizada por el Grupo Mundial sobre Migración

con el fin de elaborar principios y orientaciones prácticas sobre la protección de los

derechos humanos de los migrantes en situaciones de vulnerabilidad.

52. Estudiaremos la posibilidad de elaborar principios rectores no vinculantes y

directrices voluntarias, coherentes con el derecho internacional, sobre el trato de los

migrantes en situaciones de vulnerabilidad, especialmente los niños no

acompañados y separados que no reúnen las condiciones para recibir protección

internacional como refugiados y que tal vez necesiten asistencia. Esos principios

rectores y directrices se elaborarán mediante un proceso dirigido por los Estados,

con la participación de todos los interesados pertinentes y con la contribución del

Representante Especial del Secretario General sobre la Migración Internacional y el

Desarrollo, la Organización Internacional para las Migraciones, la Oficina del Alto

Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Oficina del

Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y otras entidades

competentes de las Naciones Unidas, y complementarán las actividades nacionales

para proteger y ayudar a los migrantes.

53. Acogemos con beneplácito la voluntad de algunos Estados de ofrecer

protección temporal frente al retorno a los migrantes que no reúnen los requisitos

para ser considerados refugiados y que no pueden regresar a su hogar debido a las

condiciones imperantes en sus respectivos países.

54. Aprovecharemos los mecanismos existentes de cooperación y asociación

bilateral, regional y mundial, de conformidad con el derecho internacional, para

__________________

10 Naciones Unidas, Treaty Series, vol. 2220, núm. 39481.

11 Resolución 70/296, anexo.

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facilitar la migración en consonancia con la Agenda 2030. Intensificaremos la

cooperación a tal fin entre los países de origen, tránsito y destino, por ejemplo

mediante procesos consultivos regionales, las organizaciones internacionales, el

Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, las

organizaciones económicas regionales y las autoridades gubernamentales locales,

así como con los empleadores del sector privado, los sindicatos, la sociedad civil y

los grupos de migrantes y de diásporas. Reconocemos las necesidades especiales de

las autoridades locales, que son las primeras en recibir a los migrantes.

55. Reconocemos los progresos realizados en el sistema de las Naciones Unidas

respecto de las cuestiones relacionadas con la migración internacional y el

desarrollo, en particular el Primer y Segundo Diálogo de Alto Nivel sobre la

Migración Internacional y el Desarrollo. Respaldaremos un diálogo renovado a

nivel mundial y regional y una colaboración más profunda sobre la migración, en

especial a través del intercambio de mejores prácticas y el aprendizaje mutuo y el

desarrollo de iniciativas nacionales o regionales. En este sentido, señalamos la

valiosa contribución del Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo y reconocemos

la importancia de los diálogos entre múltiples interesados sobre la migración y el

desarrollo.

56. Afirmamos que los niños no deben ser penalizados ni sometidos a medidas

punitivas por su estatus migratorio ni por el de sus padres.

57. Estudiaremos la posibilidad de facilitar oportunidades para la migración

segura, ordenada y regular, por ejemplo, según proceda, la creación de empleo, la

movilidad laboral en todos los niveles de cualificación, la migración circular, la

reunificación familiar y las oportunidades relacionadas con la educación.

Prestaremos especial atención a la aplicación de normas laborales mínimas para los

trabajadores migrantes sea cual fuere su estatus, así como a los gastos de

contratación y otros gastos relacionados con la migración, las corrientes de remesas,

la transferencia de aptitudes y conocimientos y la creación de oportunidades de

empleo para los jóvenes.

58. Alentamos firmemente la cooperación entre los países de origen o

nacionalidad, los países de tránsito, los países de destino y otros países interesados

para que los migrantes que no tengan permiso para permanecer en el país de destino

puedan regresar, de conformidad con las obligaciones internacionales de todos los

Estados, a su país de origen o nacionalidad en orden y en condiciones de seguridad

y dignidad, preferiblemente a voluntad, teniendo en cuenta la legislación nacional

conforme al derecho internacional. Observamos que la cooperación para el retorno y

la readmisión constituye un elemento importante de la cooperación internacional en

materia de migración. Esa cooperación abarcaría la identificación correcta y el

suministro de los documentos de viaje que correspondan. Todos los tipos de retorno,

voluntarios o de otra índole, deben ajustarse a las obligaciones que nos competen en

virtud del derecho internacional de los derechos humanos y observar el principio de

no devolución. También deberían respetar las normas del derecho internacional y,

además, deben llevarse a cabo en consonancia con el interés superior del niño y con

el procedimiento previsto en la ley. Si bien reconocemos que se aplican solo a los

Estados que los han concertado, reconocemos también que los acuerdos de

readmisión vigentes deberían implementarse del todo. Apoyamos una mejor

recepción y asistencia para la reintegración de aquellos que regresen. Se debe

prestar especial atención a las necesidades de los migrantes en situaciones de

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vulnerabilidad que regresan, como los niños, las personas mayores, las personas con

discapacidad y las víctimas de la trata.

59. Reafirmamos nuestro compromiso de proteger los derechos humanos de los

niños migrantes, dada su vulnerabilidad, particularmente los niños migrantes no

acompañados, y de brindar acceso a los servicios básicos psicosociales y de salud y

educación, asegurándonos de que el interés superior del niño sea una consideración

fundamental en todas las políticas pertinentes.

60. Reconocemos la necesidad de abordar la situación especial y la vulnerabilidad

de las mujeres y las niñas migrantes mediante, entre otras cosas, la incorporación de

una perspectiva de género en las políticas de migración y el fortalecimiento de las

leyes, las instituciones y los programas nacionales para combatir la violencia por

razón de género, incluida la trata de personas y la discriminación contra las mujeres

y las niñas.

61. Si bien reconocemos la contribución de la sociedad civil, incluidas las

organizaciones no gubernamentales, en la promoción del bienestar de los migrantes

y su integración en las sociedades, especialmente cuando se encuentran en

condiciones de extrema vulnerabilidad, y el apoyo de la comunidad internacional a

los esfuerzos de esas organizaciones, alentamos una mayor interacción entre los

Gobiernos y la sociedad civil para dar respuesta a los retos y las oportunidades que

plantea la migración internacional.

62. Observamos que el Representante Especial del Secretario General sobre la

Migración Internacional y el Desarrollo, el Sr. Peter Sutherland, presentará, antes de

que termine 2016, un informe en el que se propondrán maneras de reforzar la

cooperación internacional y la actuación de las Naciones Unidas en el ámbito de la

migración.

63. Nos comprometemos a iniciar en 2016 un proceso de negociaciones

intergubernamentales que culminará con la aprobación de un pacto mundial para

una migración segura, ordenada y regular en una conferencia intergubernamental

que ha de celebrarse en 2018. Invitamos al Presidente de la Asamblea General a que

haga los arreglos necesarios para determinar las modalidades, el cronograma y otros

aspectos prácticos relacionados con el proceso de negociación. En el anexo II de la

presente declaración figuran más detalles sobre el proceso.

IV. Compromisos en relación con los refugiados

64. Reconociendo que los conflictos armados, la persecución y la violencia,

incluido el terrorismo, se encuentran entre los factores que dan lugar a grandes

desplazamientos de refugiados, trabajaremos para atacar las causas fundamentales

de esas situaciones de crisis y para prevenir o resolver los conflictos por medios

pacíficos. Haremos todo lo posible para solucionar pacíficamente las controversias,

prevenir los conflictos y lograr las soluciones políticas que hacen falta a largo plazo.

La diplomacia preventiva y la pronta respuesta a los conflictos por parte de los

Estados y las Naciones Unidas son esenciales. También es esencial la promoción de

los derechos humanos. Además, promoveremos la buena gobernanza, el estado de

derecho, instituciones eficaces, responsables e inclusivas, y el desarrollo sostenible

a nivel internacional, regional, nacional y local. Reconociendo que los

desplazamientos podrían reducirse si todas las partes en los conflictos armados

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respetaran el derecho internacional humanitario, renovamos nuestro compromiso de

defender los principios humanitarios y el derecho internacional humanitario.

Confirmamos también nuestro respeto por las normas que protegen a los civiles en

los conflictos.

65. Reafirmamos que la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados12, de

1951, y su Protocolo13, de 1967, son la base del régimen internacional de protección

de los refugiados. Reconocemos la importancia de que los Estados partes los

apliquen plena y eficazmente y de los valores que encarnan. Observamos con

satisfacción que 148 Estados son ahora partes en uno de esos instrumentos o en

ambos. Alentamos a los Estados que no son partes a que consideren la posibilidad

de adherirse a esos instrumentos y a los Estados que son partes con reservas a que

consideren la posibilidad de retirarlas. Reconocemos también que varios Estados

que no son partes en los instrumentos internacionales relativos a los refugiados han

dado pruebas de generosidad acogiendo a estos.

66. Reafirmamos que el derecho internacional de los refugiados, el derecho

internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario

constituyen el marco jurídico para reforzar la protección de los refugiados. En este

contexto, garantizaremos la protección de todos los que la necesiten. Tomamos nota

de los instrumentos regionales sobre los refugiados, como la Convención de la

Organización de la Unidad Africana por la que se Regulan los Aspectos Específicos

de los Problemas de los Refugiados en África14 y la Declaración de Cartagena sobre

los Refugiados.

67. Reafirmamos el respeto de la institución del asilo y el derecho a solicitar asilo.

Reafirmamos también el respeto y el cumplimiento del principio fundamental de no

devolución de conformidad con el derecho internacional de los refugiados.

68. Subrayamos la importancia que reviste la cooperación internacional para el

régimen de protección de los refugiados. Reconocemos la carga que imponen los

grandes desplazamientos de refugiados en los recursos nacionales, especialmente en

el caso de los países en desarrollo. Para atender las necesidades de los refugiados y

los Estados de acogida, nos comprometemos a repartir más equitativamente la carga

y la responsabilidad de acoger y dar apoyo a los refugiados del mundo, teniendo en

cuenta las contribuciones hechas y las diferentes capacidades y recursos de los

distintos Estados.

69. Creemos que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los

Refugiados debe preparar y poner en marcha la respuesta integral para los

refugiados en estrecha coordinación con los Estados pertinentes, incluidos los países

de acogida, y con la participación de otras entidades competentes de las Naciones

Unidas, en cada situación en la que haya grandes desplazamientos de refugiados.

Esa respuesta debe incluir la participación de múltiples interesados, a saber, las

autoridades nacionales y locales, las organizaciones internacionales, las

instituciones financieras internacionales, los asociados de la sociedad civil (entre

ellos, organizaciones confesionales, organizaciones de la diáspora y el mundo

académico), el sector privado, los medios de comunicación y los propios refugiados.

En el anexo de la presente declaración figura un marco integral de ese tipo.

__________________

12 Naciones Unidas, Treaty Series, vol. 189, núm. 2545.

13

Ibid., vol. 606, núm. 8791.

14

Ibid., vol. 1001, núm. 14691.

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16/28 16-15809

70. Velaremos por que las políticas o los arreglos de admisión de refugiados estén

en consonancia con las obligaciones que nos incumben en virtud del derecho

internacional. Queremos que se flexibilicen las barreras administrativas con miras a

acelerar los procedimientos de admisión de refugiados en la medida de lo posible.

Cuando corresponda, ayudaremos a los Estados con el registro y la documentación

tempranos y efectivos de los refugiados. También procuraremos que los niños

tengan acceso a procedimientos apropiados para ellos. Al mismo tiempo,

reconocemos que puede regularse la posibilidad de que los refugiados soliciten asilo

en el país de su elección, con la garantía de que tengan acceso a protección y gocen

de ella en otros lugares.

71. Alentamos la adopción de medidas que faciliten a los refugiados el acceso al

registro civil y la documentación. Reconocemos en este sentido la importancia del

registro y la documentación tempranos y efectivos como instrumento de protección

y para facilitar la prestación de asistencia humanitaria.

72. Reconocemos que la apatridia puede ser una de las causas fundamentales de

los desplazamientos forzosos y que, a su vez, los desplazamientos forzosos pueden

dar lugar a la apatridia. Tomamos nota de la campaña de la Oficina del Alto

Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados que tiene por objeto poner

fin a la apatridia en un decenio y alentamos a los Estados a que estudien qué

medidas podrían adoptar para reducir los casos de apatridia. Alentamos a los

Estados que aún no se hayan adherido a la Convención sobre el Estatuto de los

Apátridas15, de 1954, y la Convención para Reducir los Casos de Apatridia16, de

1961, a que consideren la posibilidad de hacerlo.

73. Reconocemos que los campamentos de refugiados deben ser la excepción y, en

la medida de lo posible, una medida provisional ante las emergencias. Observamos

que el 60% de los refugiados de todo el mundo se encuentra en entornos urbanos y

solo hay una minoría en los campamentos. Velaremos por que la prestación de

asistencia a los refugiados y las comunidades de acogida se adapte al contexto.

Subrayamos que los Estados de acogida son los principales responsables de

garantizar el carácter civil y humanitario de los campamentos y asentamientos de

refugiados. Trabajaremos para que ese carácter no se vea comprometido por la

presencia o las actividades de elementos armados y para que los campamentos no se

utilicen con fines que sean incompatibles con su carácter civil. Trabajaremos para

redoblar la seguridad en los campamentos de refugiados y las comunidades locales

circundantes, a solicitud del país de acogida y con su consentimiento.

74. Acogemos con beneplácito la contribución sumamente generosa realizada

hasta la fecha por los países que acogen a grandes grupos de refugiados y

trabajaremos para dar más apoyo a esos países. Hacemos un llamamiento para que

se desembolsen cuanto antes las contribuciones prometidas en las conferencias

sobre el tema.

75. Nos comprometemos a buscar soluciones desde el momento en que se produce

un desplazamiento de refugiados. Promoveremos enérgicamente soluciones

duraderas, sobre todo en los casos de refugiados que llevan mucho tiempo en esa

situación, que se centren en el retorno sostenible y oportuno en condiciones de

seguridad y dignidad. Esto supondrá actividades de repatriación, reintegración,

__________________

15

Ibid., vol. 360, núm. 5158.

16

Ibid., vol. 989, núm. 14458.

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rehabilitación y reconstrucción. Alentamos a los Estados y a otros actores

competentes a que presten apoyo, por ejemplo asignando fondos.

76. Reafirmamos que la repatriación voluntaria no debe estar necesariamente

supeditada al logro de soluciones políticas en el país de origen.

77. Tenemos la intención de aumentar el número y la variedad de las vías legales

disponibles para la admisión o el reasentamiento de los refugiados en terceros

países. Además de aliviar la penosa situación de los refugiados, esto trae beneficios

para los países que acogen a grandes grupos de refugiados y para los terceros países

que reciben refugiados.

78. Instamos a los Estados que aún no hayan establecido programas de

reasentamiento a que consideren la posibilidad de hacerlo a la mayor brevedad

posible. Se alienta a los que ya lo hayan hecho a que estudien la posibilidad de

ampliarlos. Nos proponemos ofrecer lugares de reasentamiento y otras vías legales

de admisión a una escala que satisfaga las necesidades anuales de reasentamiento

determinadas por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los

Refugiados.

79. Estudiaremos la posibilidad de ampliar los programas de admisión humanitaria

en curso, posibles programas de evacuación temporal, incluida la evacuación por

motivos médicos, arreglos flexibles para favorecer la reunificación familiar, el

patrocinio privado de los refugiados y oportunidades de movilidad laboral para los

refugiados mediante asociaciones con el sector privado, entre otros medios, y de

educación, como becas y visados de estudiante.

80. Asumimos el compromiso de prestar asistencia humanitaria a los refugiados

para garantizar el apoyo esencial en los sectores de vital importancia, como la

atención médica, la vivienda, la alimentación, el agua y el saneamiento. Nos

comprometemos a respaldar a los países y las comunidades de acogida en este

sentido, por ejemplo utilizando los conocimientos y las capacidades disponibles a

nivel local. Apoyaremos los programas de desarrollo basado en la comunidad que

beneficien tanto a los refugiados como a las comunidades de acogida.

81. Estamos decididos a brindar educación primaria y secundaria de calidad en

entornos de aprendizaje seguros para todos los niños refugiados, ya en los primeros

meses después del desplazamiento inicial. Nos comprometemos a prestar apoyo a

los países de acogida en este sentido. El acceso a una educación de calidad, incluso

para las comunidades de acogida, da protección fundamental a los niños y jóvenes

en contextos de desplazamiento, especialmente en situaciones de conflicto y crisis.

82. Apoyaremos la educación de los niños refugiados en la primera infancia.

También promoveremos la educación terciaria, la formación práctica y la formación

profesional. En las situaciones de conflicto y crisis, la educación superior es un

potente impulsor del cambio, alberga y protege a un grupo esencial de hombres y

mujeres jóvenes manteniendo su esperanza con respecto al futuro, fomenta la

inclusión y la no discriminación y actúa como catalizador para la recuperación y

reconstrucción de los países que salen de un conflicto.

83. Trabajaremos para que se satisfagan las necesidades básicas de salud de las

comunidades de refugiados y para que las mujeres y las niñas tengan acceso a

servicios de salud esenciales. Nos comprometemos a prestar apoyo a los países de

acogida en este sentido. También vamos a elaborar estrategias nacionales para la

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protección de los refugiados en el marco de los sistemas nacionales de protección

social, según proceda.

84. Acogiendo con beneplácito las medidas positivas adoptadas por los distintos

Estados, alentamos a los Gobiernos de los países de acogida a que consideren la

posibilidad de abrir sus respectivos mercados laborales a los refugiados.

Trabajaremos para reforzar la resiliencia de los países y las comunidades de

acogida, prestándoles asistencia, por ejemplo, con planes de creación de empleo y

generación de ingresos. En este sentido, reconocemos el potencial de los jóvenes y

trabajaremos con el fin de crear las condiciones para el crecimiento, el empleo y la

educación que les permitan ser los impulsores del desarrollo.

85. Para hacer frente a los retos que plantean los grandes desplazamientos de

refugiados, se necesitará una estrecha coordinación entre diversos agentes

humanitarios y de desarrollo. Nos comprometemos a dar a los más afectados un

lugar central en la planificación y la adopción de medidas. Los Gobiernos y las

comunidades de los países de acogida tal vez necesiten el apoyo de los organismos

competentes de las Naciones Unidas, las autoridades locales, las instituciones

financieras internacionales, los bancos regionales de desarrollo, los donantes

bilaterales, el sector privado y la sociedad civil. Alentamos firmemente las

respuestas conjuntas en las que participen todos esos agentes a fin de fortalecer el

nexo entre los agentes humanitarios y de desarrollo, facilitar la cooperación entre

mandatos institucionales y, al fomentar la autosuficiencia y la resiliencia, sentar las

bases de soluciones sostenibles. Además de satisfacer las necesidades humanitarias

y de desarrollo directas, trabajaremos para apoyar la rehabilitación ambiental, social

y de la infraestructura de las zonas afectadas por los grandes desplazamientos de

refugiados.

86. Observamos con preocupación que existe una brecha considerable entre las

necesidades de los refugiados y los recursos disponibles. Alentamos el apoyo

procedente de una variedad más amplia de donantes y tomaremos medidas para que

la financiación humanitaria sea más flexible y previsible, con menos asignación de

fondos para fines específicos y más fondos plurianuales, a fin de salvar esa brecha.

Los organismos de las Naciones Unidas como la Oficina del Alto Comisionado de

las Naciones Unidas para los Refugiados y el Organismo de Obras Públicas y

Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano

Oriente y otras organizaciones competentes necesitan fondos suficientes para poder

llevar a cabo sus actividades con eficacia y previsibilidad. Acogemos con

beneplácito la creciente actuación del Banco Mundial y los bancos multilaterales de

desarrollo y las mejoras en el acceso de las comunidades afectadas a la financiación

para el desarrollo en condiciones favorables. Asimismo, es evidente que la inversión

del sector privado en apoyo de las comunidades de refugiados y los países de

acogida será fundamental en los próximos años. La sociedad civil también es un

asociado clave en todas las regiones del mundo a la hora de responder a las

necesidades de los refugiados.

87. Hacemos notar que los Estados Unidos de América, el Canadá, Etiopía,

Alemania, Jordania, México, Suecia y el Secretario General acogerán una reunión

de alto nivel sobre los refugiados el 20 de septiembre de 2016.

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V. Seguimiento y examen de nuestros compromisos

88. Reconocemos que se necesitan mecanismos para garantizar el seguimiento y el

examen sistemáticos de todos los compromisos que estamos contrayendo hoy. Por

consiguiente, solicitamos al Secretario General que garantice que los progresos

realizados por los Estados Miembros y las Naciones Unidas en la aplicación de los

compromisos contraídos en la reunión de alto nivel celebrada hoy sean objeto de

evaluaciones periódicas ante la Asamblea General en relación, según proceda, con la

Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

89. Además, debería preverse el examen de los aspectos pertinentes de la presente

declaración en los diálogos periódicos de alto nivel sobre la migración internacional

y el desarrollo y el informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas

para los Refugiados a la Asamblea General.

90. En reconocimiento de la necesidad de ofrecer un considerable apoyo

financiero y programático a los países de acogida y a las comunidades afectadas por

los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes, solicitamos al Secretario

General que informe a la Asamblea General en su septuagésimo primer período de

sesiones sobre los medios de lograr una mayor eficiencia, eficacia operacional y

coherencia de todo el sistema, así como formas de reforzar la interacción de las

Naciones Unidas con las instituciones financieras internacionales y el sector

privado, con miras a lograr el pleno cumplimiento de los compromisos enunciados

en la presente declaración.

Anexo I

Marco de respuesta integral para los refugiados

1. Hoy la escala y la naturaleza de los movimientos de refugiados exigen que

actuemos de manera integral y previsible ante los grandes desplazamientos de

refugiados. A través de una respuesta integral a la cuestión de los refugiados basada

en los principios de la cooperación internacional y la distribución de la carga y la

responsabilidad, estamos en mejores condiciones para proteger y ayudar a los

refugiados y apoyar a los Estados de acogida y a las comunidades afectadas.

2. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados,

en estrecha coordinación con los Estados pertinentes, incluidos los países de

acogida, y con la participación de otras entidades competentes de las Naciones

Unidas, será la encargada de preparar y poner en marcha el marco de respuesta

integral para los refugiados en cada situación en la que haya grandes

desplazamientos de refugiados. Una respuesta integral a la cuestión de los

refugiados debe incluir la participación de múltiples interesados, a saber, las

autoridades nacionales y locales, las organizaciones internacionales, las

instituciones financieras internacionales, las organizaciones regionales, los

mecanismos regionales de coordinación y asociación, los asociados de la sociedad

civil, incluidas las organizaciones confesionales y el mundo académico, el sector

privado, los medios de comunicación y los propios refugiados.

3. Si bien habrá diferencias en la naturaleza de cada uno de los grandes

desplazamientos de refugiados, los elementos que se indican a continuación

proporcionan un marco para una respuesta a los refugiados integral y centrada en las

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personas, que se ajusta al derecho internacional y las mejores prácticas

internacionales y está adaptado a cada contexto específico.

4. Aspiramos a un marco de respuesta integral para los refugiados para cada

situación en la que haya grandes desplazamientos de refugiados, incluso en las

situaciones prolongadas, como parte esencial e inconfundible de una respuesta

humanitaria general, cuando la haya, y que, en condiciones normales, incluiría los

elementos que se indican a continuación.

Recepción y admisión

5. Al comienzo de un gran movimiento de refugiados, los Estados receptores,

teniendo en cuenta sus capacidades nacionales y obligaciones jurídicas

internacionales, en cooperación, según proceda, con la Oficina del Alto

Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, las organizaciones

internacionales y otros asociados, y con el apoyo de otros Estados, si así se solicita,

de conformidad con las obligaciones internacionales, procederían a:

a) Garantizar en lo posible que se adopten medidas para identificar como

refugiados a las personas que necesitan protección internacional; ofrecer

condiciones de recepción suficientes, seguras y dignas, prestando especial atención

a las personas con necesidades específicas, las víctimas de la trata de personas, la

protección de los niños, la unidad de la familia y la prevención de la violencia

sexual y basada en el género y la respuesta ante ella; y respaldar la aportación

fundamental de las comunidades y las sociedades receptoras a este respecto;

b) Tener en cuenta los derechos, las necesidades específicas, las

aportaciones y las opiniones de las mujeres y niñas refugiadas;

c) Evaluar y atender las necesidades esenciales de los refugiados, en

particular, facilitando su acceso a suficiente agua potable, servicios de saneamiento,

alimentos, nutrición, viviendas, apoyo psicosocial y atención de la salud, incluida la

salud sexual y reproductiva, prestando asistencia a los países y las comunidades de

acogida en este sentido, según sea necesario;

d) Inscribir individualmente y proveer de documentos a quienes soliciten

protección como refugiados, especialmente en el primer país en que soliciten asilo y

lo antes posible a su llegada. Para lograrlo, quizás sea necesario prestar asistencia

en áreas como la tecnología biométrica u otro apoyo técnico y financiero, que será

coordinada por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los

Refugiados y los agentes y otros asociados pertinentes, cuando sea necesario;

e) Utilizar el proceso de inscripción para determinar las necesidades

específicas de asistencia y las medidas concretas de protección, en lo posible, por

ejemplo, aunque no exclusivamente, a los refugiados con necesidades especiales de

protección, como las mujeres en situación de riesgo, los niños, especialmente los

niños no acompañados y los niños separados de sus familias, los hogares

encabezados por niños y los hogares monoparentales, las víctimas de la trata, las

víctimas de traumas y los supervivientes de la violencia sexual, así como los

refugiados con discapacidad y las personas de edad;

f) Trabajar para garantizar el registro inmediato de los nacimientos de todos

los niños refugiados nacidos en su territorio y proporcionar asistencia adecuada a la

mayor brevedad posible para obtener otros documentos necesarios, según proceda,

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relativos al estado civil, por ejemplo, certificados de matrimonio, divorcio o

fallecimiento;

g) Adoptar medidas, con las debidas salvaguardias legales, que consagran

los derechos humanos de los refugiados, con miras a garantizar la seguridad de los

refugiados, y medidas para responder a las preocupaciones legítimas de los países

de acogida en cuanto a la seguridad;

h) Adoptar medidas para mantener el carácter civil y humanitario de los

campamentos y asentamientos de refugiados;

i) Adoptar medidas para garantizar la credibilidad de los sistemas de asilo,

en particular mediante la colaboración entre los países de origen, de tránsito y de

destino, para facilitar el regreso y la readmisión de las personas que no reúnan los

requisitos para obtener la condición de refugiado.

Apoyo a las necesidades inmediatas y persistentes

6. Los Estados, en cooperación con donantes multilaterales y asociados del sector

privado, según corresponda, en coordinación con los Estados receptores procederían

a:

a) Movilizar suficientes recursos financieros y de otro tipo para cubrir las

necesidades humanitarias definidas en el marco de respuesta integral para los

refugiados;

b) Facilitar recursos de manera pronta, predecible, coherente y flexible,

entre otras cosas mediante asociaciones más amplias con el Estado, la sociedad

civil, los asociados confesionales y los del sector privado;

c) Adoptar medidas para ampliar los programas de préstamos financieros,

que ya existen para los países en desarrollo, a los países de ingresos medianos que

acogen a un gran número de refugiados, teniendo en cuenta los costos económicos y

sociales que supone para esos países;

d) Estudiar la posibilidad de establecer mecanismos de financiación para el

desarrollo para esos países;

e) Prestar asistencia a los países de acogida para proteger el medio

ambiente y fortalecer la infraestructura afectada por los grandes desplazamientos de

refugiados;

f) Aumentar el apoyo a los mecanismos de prestación de asistencia

monetaria y otros medios innovadores para prestar asistencia humanitaria con

eficacia, cuando proceda, reforzando al mismo tiempo la rendición de cuentas para

asegurar que la asistencia humanitaria llegue a sus beneficiarios.

7. Los Estados de acogida, en cooperación con la Oficina del Alto Comisionado

de las Naciones Unidas para los Refugiados y otras entidades de las Naciones

Unidas, instituciones financieras y otros asociados pertinentes, según corresponda,

procederían a:

a) Dar acceso rápido, seguro y sin trabas a la asistencia humanitaria para los

refugiados de conformidad con los principios humanitarios vigentes;

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b) Prestar asistencia en la medida de lo posible a través de los proveedores

correspondientes de servicios nacionales y locales, como las autoridades públicas de

salud, educación, servicios sociales y protección de la infancia;

c) Al principio de una emergencia, alentar y empoderar a los refugiados

para que creen sistemas de apoyo y redes entre ellos y las comunidades de acogida,

que tengan en cuenta la edad y el género, con especial hincapié en la protección y el

empoderamiento de las mujeres y los niños y de otras personas con necesidades

específicas;

d) Apoyar a los asociados locales de la sociedad civil que hacen

aportaciones a la respuesta humanitaria, agradeciendo su contribución

complementaria;

e) Velar por que la cooperación sea estrecha y fomentar la planificación

conjunta, según proceda, entre los agentes humanitarios y del desarrollo y otros

agentes pertinentes.

Apoyo a los países y las comunidades de acogida

8. Los Estados, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los

Refugiados y los asociados pertinentes procederían a:

a) Hacer una evaluación del impacto o del riesgo conjunta, imparcial y

rápida, antes o después del inicio de un gran movimiento de refugiados, con el fin

de definir la asistencia necesaria para los refugiados, las autoridades nacionales y

locales y las comunidades afectadas por la presencia de refugiados y establecer

prioridades al respecto;

b) Incorporar, cuando proceda, el marco de respuesta integral para los

refugiados en los planes nacionales de desarrollo, a fin de fortalecer la prestación de

servicios esenciales y la construcción de infraestructura en beneficio de las

comunidades de acogida y los refugiados;

c) Trabajar para proporcionar recursos suficientes, sin perjuicio de la

asistencia oficial para el desarrollo, a las autoridades gubernamentales nacionales y

locales y otros proveedores de servicios, en vista del aumento de las necesidades y

de la presión sobre los servicios sociales. Los programas deberían beneficiar a los

refugiados y a los países y las comunidades de acogida.

Soluciones duraderas

9. Reconocemos que en la actualidad millones de refugiados en todo el mundo no

tienen acceso a soluciones oportunas y duraderas, y conseguirlas es uno de los

principales objetivos de la protección internacional. El éxito de la búsqueda de

soluciones depende en gran medida de la cooperación y el apoyo firmes y

sostenidos de la comunidad internacional.

10. Creemos que deberían adoptarse medidas para encontrar soluciones duraderas:

repatriación voluntaria, soluciones locales y reasentamiento y canales

complementarios de admisión. Esas medidas deberían incluir los aspectos que se

indican a continuación.

11. Reafirmamos el objetivo primordial de lograr condiciones que ayuden a los

refugiados a regresar a sus países en condiciones de seguridad y dignidad, y

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ponemos de relieve la necesidad de abordar las causas profundas de la violencia y

los conflictos armados y de lograr las soluciones políticas necesarias y el arreglo

pacífico de controversias, así como ayudar en los esfuerzos de reconstrucción. En

este contexto: Los Estados de origen o de nacionalidad procederían a:

a) Reconocer que toda persona tiene derecho a salir de cualquier país,

incluso el propio, y a regresar a su país;

b) Respetar ese derecho y cumplir la obligación de recibir a sus ciudadanos

cuando regresen, lo cual debería ocurrir de manera segura, digna y humanizada y

con pleno respeto de los derechos humanos, de conformidad con las obligaciones

derivadas del derecho internacional;

c) Proporcionar los documentos de identidad y de viaje necesarios;

d) Facilitar la reintegración socioeconómica de los retornados;

e) Estudiar la posibilidad de adoptar medidas para permitir la restitución de

los bienes.

12. A fin de garantizar el regreso y la reintegración sostenibles, los Estados, las

entidades de las Naciones Unidas y los asociados pertinentes procederían a:

a) Reconocer que el carácter voluntario de la repatriación es necesario

mientras los refugiados sigan precisando protección internacional, es decir, siempre

que no puedan recuperar plenamente la protección de su propio país;

b) Planificar y apoyar medidas para alentar la repatriación, la reintegración

y la reconciliación voluntarias y fundamentadas;

c) Apoyar a los países de origen o de nacionalidad, según proceda, entre

otras cosas financiando la rehabilitación, la reconstrucción y el desarrollo, y con las

salvaguardias legales necesarias que permitan a los refugiados acceder a los

recursos jurídicos, físicos y otros mecanismos de apoyo necesarios para el

restablecimiento de la protección nacional y su reintegración;

d) Apoyar los esfuerzos para fomentar la reconciliación y el diálogo, en

particular con las comunidades de refugiados, y con la participación equitativa de

las mujeres y los jóvenes, y garantizar el respeto del estado de derecho en los planos

nacional y local;

e) Facilitar la participación de los refugiados, en especial las mujeres, en

los procesos de paz y reconciliación, y velar por que los resultados de esos procesos

sustenten debidamente su regreso en condiciones de seguridad y dignidad;

f) Garantizar que la planificación del desarrollo nacional tenga en cuenta

las necesidades concretas de quienes regresan y promueva la reintegración

sostenible e inclusiva como medida para prevenir futuros desplazamientos.

13. Los Estados de acogida, teniendo en cuenta sus capacidades y obligaciones

jurídicas internacionales, en cooperación con la Oficina del Alto Comisionado de las

Naciones Unidas para los Refugiados, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de

las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, cuando

corresponda, y otras entidades de las Naciones Unidas, instituciones financieras y

otros asociados pertinentes, cuando corresponda, procederían a:

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a) Conceder permisos de estancia legal en el país a quienes busquen y

necesiten protección internacional como refugiados, teniendo en cuenta que toda

decisión relativa a cualquier tipo de solución permanente, incluida la posibilidad de

naturalización, corresponde al país anfitrión;

b) Adoptar medidas para fomentar la autosuficiencia comprometiéndose a

ofrecer más oportunidades a los refugiados para el acceso, según proceda, a la

educación, la atención de la salud y los servicios, el sustento y los mercados de

trabajo, sin discriminar a los refugiados y de manera que también se brinde apoyo a

las comunidades de acogida;

c) Adoptar medidas para que los refugiados, en particular las mujeres y los

jóvenes, puedan sacar el máximo provecho a sus aptitudes y capacidades,

reconociendo que, con los medios adecuados, los refugiados están en mejores

condiciones de contribuir a su propio bienestar y el de sus comunidades;

d) Invertir en la creación de capital humano, autosuficiencia y competencias

transferibles como un paso esencial para que haya soluciones de largo plazo.

14. Los terceros países procederían a:

a) Estudiar la posibilidad de poner a disposición o ampliar, entre otras cosas

alentando la participación y la actuación del sector privado como medida

complementaria, las oportunidades de reasentamiento y otros canales para la

admisión de refugiados por medios tales como la evacuación médica y los

programas de admisión humanitaria, la reunificación familiar y las oportunidades de

migración de personas cualificadas, movilidad laboral y educación;

b) Comprometerse a compartir las mejores prácticas, proporcionar a los

refugiados información suficiente para tomar decisiones con conocimiento de causa

y salvaguardar las normas de protección;

c) Estudiar la posibilidad de ampliar los criterios aplicados a los programas

de reasentamiento y acogida humanitaria en los desplazamientos en masa y las

situaciones prolongadas, junto con los programas de evacuación humanitaria

temporal y otras formas de acogida, según proceda.

15. Se alienta a los Estados que aún no hayan establecido programas de

reasentamiento a que lo hagan a la mayor brevedad posible. Se alienta a los que ya

lo hayan hecho a que estudien la posibilidad de ampliarlos. Los programas deberían

incorporar en todos sus aspectos un planteamiento no discriminatorio y una

perspectiva de género.

16. Los Estados se proponen ofrecer lugares de reasentamiento y otras vías legales

a una escala que satisfaga las necesidades anuales de reasentamiento determinadas

por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

El camino a seguir

17. Nos comprometemos a aplicar este marco de respuesta integral para los

refugiados.

18. Invitamos a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los

Refugiados a colaborar con los Estados y celebrar consultas con todos los

interesados pertinentes, durante los próximos dos años, con el fin de evaluar la

aplicación práctica detallada del marco de respuesta integral para los refugiados y

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las posibilidades de mejora y perfeccionamiento. Este proceso debería basarse en la

experiencia práctica derivada de aplicar el marco en una serie de situaciones

específicas. El objetivo sería aliviar las presiones sobre los países de acogida

afectados, mejorar la autosuficiencia de los refugiados, ampliar el acceso a las

soluciones que impliquen a terceros países y apoyar las condiciones existentes en

los países de origen para el regreso en condiciones de seguridad y dignidad.

19. Trabajaremos para la adopción, en 2018, de un pacto mundial sobre la cuestión

de los refugiados, sobre la base del marco de respuesta integral para los refugiados y

de los resultados del proceso descrito. Invitamos al Alto Comisionado de las

Naciones Unidas para los Refugiados a que incluya el pacto mundial sobre los

refugiados propuesto en su informe anual a la Asamblea General en 2018, para su

examen por la Asamblea en su septuagésimo tercer período de sesiones en

conjunción con su resolución anual sobre la Oficina del Alto Comisionado de las

Naciones Unidas para los Refugiados.

Anexo II

Hacia un pacto mundial para la migración segura,

ordenada y regular

I. Introducción

1. Este año iniciaremos un proceso de negociaciones intergubernamentales que

culminarán con la aprobación de un pacto mundial para la migración segura,

ordenada y regular.

2. Este pacto mundial establecería una serie de principios, compromisos y

entendimientos entre los Estados Miembros sobre la migración internacional en

todas sus dimensiones. Sería una contribución importante a la gobernanza mundial y

mejoraría la coordinación en lo que concierne a la migración internacional.

Ofrecería un marco para la cooperación internacional amplia respecto de los

migrantes y la movilidad humana. Abordaría todos los aspectos de la migración

internacional, como los humanitarios, de desarrollo y de derechos humanos, entre

otros. Seguiría la senda marcada por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible17

y la Agenda de Acción de Addis Abeba de la Tercera Conferencia Internacional

sobre la Financiación para el Desarrollo18 y se basaría en la Declaración del Diálogo

de Alto Nivel sobre la Migración Internacional y el Desarrollo, aprobada en octubre

de 201319

.

II. Contexto

3. Reconocemos la importante contribución de los migrantes y la migración al

desarrollo de los países de origen, de tránsito y de destino, así como la compleja

interrelación entre la migración y el desarrollo.

4. Reconocemos la contribución positiva de los migrantes al desarrollo inclusivo

y sostenible. Reconocemos también que la migración internacional es una realidad

__________________

17 Resolución 70/1.

18 Resolución 69/313, anexo.

19 Resolución 68/4.

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pluridimensional de gran pertinencia para el desarrollo de los países de origen, de

tránsito y de destino, que exige respuestas coherentes e integrales.

5. Cooperaremos en el plano internacional para velar por que las migraciones

sean seguras, regulares y ordenadas, respetando plenamente los derechos humanos y

dispensando un trato humanitario a los migrantes, sea cual fuere su situación

migratoria. Subrayamos la necesidad de velar por el respeto de la dignidad de los

migrantes y la protección de sus derechos en virtud del derecho internacional

aplicable, en particular el principio de no discriminación con arreglo al derecho

internacional.

6. Ponemos de relieve el carácter multidimensional de la migración internacional,

la importancia de la cooperación y el diálogo a ese respecto a nivel internacional,

regional y bilateral y la necesidad de proteger los derechos humanos de todos los

migrantes, independientemente de su situación, particularmente en un momento en

que las corrientes migratorias han aumentado.

7. Tenemos presente que las políticas e iniciativas sobre la cuestión de la

migración deberían promover planteamientos integrales que tengan en cuenta las

causas y consecuencias del fenómeno. Reconocemos que la pobreza, el

subdesarrollo, la falta de oportunidades, la mala gobernanza y los factores

ambientales son algunas de las causas de la migración. A su vez, las políticas en pro

de los pobres relacionadas con el comercio, el empleo y las inversiones productivas,

pueden estimular el crecimiento y generar enormes posibilidades de desarrollo.

Observamos que los desequilibrios económicos internacionales, la pobreza y la

degradación ambiental, junto con la ausencia de paz y seguridad y de respeto de los

derechos humanos, son factores que afectan a la migración internacional.

III. Contenido

8. El pacto mundial podría incluir, sin ánimo de exhaustividad, los elementos que

se indican a continuación:

a) La migración internacional como realidad pluridimensional de gran

pertinencia para el desarrollo de los países de origen, de tránsito y de destino, según

se reconoce en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible;

b) La migración internacional como posibilidad para los migrantes y sus

familias;

c) La necesidad de abordar las causas de la migración, en particular

redoblando los esfuerzos en cuanto al desarrollo, la erradicación de la pobreza, y la

prevención y la solución de conflictos;

d) La importante contribución de los migrantes al desarrollo sostenible y la

compleja relación existente entre la migración y el desarrollo;

e) La facilitación de la migración y la movilidad ordenadas, seguras,

regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas

migratorias planificadas y bien gestionadas, lo cual puede incluir la creación y la

ampliación de vías migratorias seguras y regulares;

f) Las posibilidades de una mayor cooperación internacional con miras a

mejorar la gestión de la migración;

g) Los efectos de la migración en el capital humano en los países de origen;

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h) Las remesas como fuente importante de capital privado y su contribución

al desarrollo y fomento de un envío más rápido, económico y seguro de remesas a

través de canales legales, tanto en los países de origen como en los receptores,

incluso reduciendo los costos de transacción;

i) La protección efectiva de los derechos humanos y las libertades

fundamentales de los migrantes, especialmente las mujeres y los niños,

independientemente de su situación migratoria, y las necesidades específicas de los

migrantes en situaciones de vulnerabilidad;

j) La cooperación internacional en el control de las fronteras respetando

plenamente los derechos humanos de los migrantes;

k) La lucha contra la trata de personas, el tráfico de migrantes y las formas

contemporáneas de esclavitud;

l) La identificación de quienes han sido objeto de la trata y la posibilidad

de prestar asistencia, incluso ofreciendo la residencia temporal o permanente, y

conceder permisos de trabajo, según proceda;

m) La reducción de la incidencia y los efectos de la migración irregular;

n) El examen de la situación de los migrantes en los países en crisis;

o) El fomento, según proceda, de la inclusión de los migrantes en las

sociedades de acogida, el acceso a los servicios básicos para los migrantes y los

servicios que tengan en cuenta las cuestiones de género;

p) El examen de las políticas para regularizar la situación de los migrantes;

q) La protección de los derechos laborales y de un entorno de trabajo seguro

para los trabajadores migrantes y las personas con empleos precarios, la protección

de las trabajadoras migratorias en todos los sectores y la promoción de la movilidad

de la mano de obra, incluida la migración circular;

r) Las responsabilidades y obligaciones de los migrantes hacia los países de

acogida;

s) El regreso y la readmisión, y el mejoramiento de la cooperación a este

respecto entre los países de origen y de destino;

t) El aprovechamiento de la contribución de las diásporas y el

fortalecimiento de los vínculos con los países de origen;

u) La lucha contra el racismo, la xenofobia, la discriminación y la

intolerancia hacia los migrantes;

v) Los datos desglosados sobre migración internacional;

w) El reconocimiento de las cualificaciones, la educación y las destrezas

obtenidas en el extranjero y la cooperación en relación con el acceso a las

prestaciones ganadas y su transferibilidad;

x) La cooperación a nivel nacional, regional e internacional sobre todos los

aspectos de la migración.

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IV. El camino a seguir

9. El pacto mundial se elaboraría mediante un proceso de negociaciones

intergubernamentales, cuyos preparativos comenzarán inmediatamente. Las

negociaciones, que empezarán a principios de 2017, culminarán en una conferencia

intergubernamental sobre migración internacional en 2018, en la que se presentará

el pacto mundial para su aprobación.

10. Ya que el Tercer Diálogo de Alto Nivel sobre la Migración Internacional y el

Desarrollo se celebrará en Nueva York a más tardar en 201920, debería desempeñar

un papel en el proceso.

11. Se invita al Presidente de la Asamblea General a disponer la designación de

dos cofacilitadores para dirigir consultas abiertas, transparentes e inclusivas con los

Estados, con miras determinar las modalidades, un calendario, la posible

celebración de conferencias preparatorias y otros aspectos prácticos relativos a las

negociaciones intergubernamentales, incluida la participación de los expertos sobre

migración en Ginebra.

12. Se pide al Secretario General que preste el apoyo apropiado a las

negociaciones. Prevemos que la Secretaría de las Naciones Unidas y la

Organización Internacional para las Migraciones presten servicio conjuntamente a

las negociaciones, la primera en cuanto a capacidad y apoyo, y la segunda en cuanto

a los conocimientos técnicos y normativos necesarios.

13. Prevemos también que el Representante Especial del Secretario General sobre

la Migración Internacional y el Desarrollo, el Sr. Peter Sutherland, se encargue de

coordinar las aportaciones del Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo y el

Grupo Mundial sobre Migración al proceso de negociación. Prevemos que

contribuyan al proceso la Organización Internacional del Trabajo, la Oficina de las

Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la Oficina del Alto Comisionado de las

Naciones Unidas para los Refugiados, el Programa de las Naciones Unidas para el

Desarrollo, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los

Derechos Humanos y otras entidades con mandatos y conocimientos importantes

relacionados con la migración.

14. Convendría que se celebrasen consultas regionales en apoyo de las

negociaciones, por ejemplo mediante los procesos y mecanismos consultivos

existentes, cuando proceda.

15. Se invitará a la sociedad civil, el sector privado, las comunidades de la

diáspora y las organizaciones de migrantes a contribuir al proceso de preparación

del pacto mundial.


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