NUEVA YORK.- El presidente Donald Trump firmó el pasado fin de semana la “Ley de Apoyo a Pacientes y sus Comunidades” para contener la crisis de analgésicos opiáceos, además de poner barreras a la entrada de potentes drogas como el “Fentalino”.
El ex jefe de la DEA en Nueva York, James Hunt, dijo en entrevista con el periódico New York Post que miles de kilos de “Fentanilo” que se distribuyen en esta ciudad se fabrican en República Dominicana y China y se envían desde México.
Añadió la epidemia del Fentanilo actualmente es peor que el brote de la cocaína en los años 80 y 90, que también mató a miles de adictos y dejó cientos de asesinatos por enfrentamientos entre los narcotraficantes, principalmente dominicanos, que controlaban el tráfico en NY.
El Fentanilo, 50 veces más poderosas que la heroína y hasta 100 más que la morfina, es un potente analgésico que suele destinarse al tratamiento del cáncer y los grupos criminales lo usan para comercializar.
"Juntos, vamos a acabar con el flagelo de la adicción a las drogas en Estados Unidos, vamos a acabar con ella, o vamos al menos a asestar un golpe extremadamente grande a este terrible problema", expresó Trump durante un discurso en la Casa Blanca.
La legislación busca reducir "el acceso a los opiáceos" en el mercado y abrir vías "a la prevención, el tratamiento y los servicios de recuperación para los adictos a esos analgésicos y a la heroína”, explicó.
"La ley concede a las autoridades las herramientas y recursos que necesitan para impedir que se trafique con drogas ultra letales como el fentanilo a través de nuestro correo postal", indicó el mandatario.
Más de cuatro millones de ciudadanos, incluidos 250 mil adolescentes, son adictos a analgésicos de prescripción médica, y la sobredosis es la causa más común de muerte violenta en el país, por encima de los accidentes de tráfico o las armas, según la DEA.
De acuerdo a datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), 64 mil personas murieron en 2016 por sobredosis de opiáceos (incluida la heroína) en el país, lo que supone el fallecimiento de 175 personas al día.