Este 29 de octubre un Boeing 737 MAX 8 de Lion Air se estrelló en el mar de Java frente a las costas de Indonesia con 181 pasajeros, incluido un niño y dos bebés, y ocho miembros de la tripulación a bordo.
El fatídico vuelo JT-610 de la aerolínea indonesia de bajo coste cubría la ruta interna entre las ciudades de Yakarta y Pangkal Pinang y cayó en el mar 13 minutos después del despegue.
El avión cayó a unos 15 kilómetros al norte de la isla de Java. Los rescatistas no han encontrado a nadie con vida y hasta el momento en el lugar del accidente solo han podido recuperar partes del cuerpo de los cadáveres y pertenencias de los pasajeros junto con chalecos salvavidas, asientos y restos de la aeronave.
Este martes la Policía indonesia ha empezado a analizar el ADN de los restos de los fallecidos, informa The Jakarta Post.
Para su posterior identificación, los agentes recolectaron las muestras de ADN de 152 familiares de quienes estaban a bordo.
Según la Policía, hasta ahora han recolectado 24 bolsas, diez de ellas con partes de cuerpos humanos y 14 con restos del avión y objetos personales. Los equipos de búsqueda y rescate, que continúan sus labores, no han encontrado ni un cuerpo entero.