SANTO DOMINGO.- Tony Seval fue asesinado en octubre del 1985. Este hecho hizo tambalear el gobierno de Salvador Jorge Blanco.
El vil asesinato de Tony Seval, cariñosamente kuky, como le conocían en La Romana, ciudad que le vió nacer, fue un hecho que conmocionó y enluteció a toda la sociedad dominicana porque era éste uno de los artistas de más aceptación y carisma de su época.
Hoy a más de tres décadas de su lamentable desaparición se mantienen muchas conjeturas y especulaciones que no han logrado despejar ni remozar las dudas en torno al funesto hecho.
El 22 de octubre de 1985 Tony Seval fue apresado y llevado al destacamento policial de Villa Juana, Distrito Nacional, bajo una infame acusación de droga, la cual he considerado como un subterfugio de quienes estuvieron detrás de todo esto para lograr la malévola hazaña que luego llevaron a cabo.
En este recinto carcelario, según informes, empezó a recibir muchos vejámenes, por lo que trató de llevar la voz de alarma y hacer de público conocimiento su ilegal encierro, poniendo al tanto del mismo al destacado productor de televisión Yaqui Núñez del Risco y al reconocido periodista Huchi Lora, ya que ambos trabajaban para el Show del Mediodía y su orquesta se presentaba todos los miércoles en dicho espacio. El intento fracasó porque Tony Seval encargó de dichas gestiones a uno de sus músicos, el vocalista Nelson Roig (fallecido), quien nunca hizo llegar la información a su destino.
Impotente y solitario en aquella cárcel, Tony Seval recibió la visita, desde el mismo día de su detención, solo de su esposa Josefina Camarena (hoy Vda. Seval), y apoyo moral luego de Aníbal Bravo, éste último quizás motivado al fuerte vínculo de amistad personal y artística que les unía, ya que Tony había sido conguero de una agrupación que se denominó “La Típica Dominicana” que dirigió Aníbal Bravo y que compartieron junto a Blas Durán, y Boby Rafael. Recuerdo que para esos días figuras como Fernando Villalona estaban fuera del país, si mal no recuerdo en Venezuela, cumpliendo compromisos artísticos.
Debe movernos a inquietud a todos, saber ¿por qué Tony Seval no encomendó el mensaje a su esposa Josefina Camarena de igual forma como lo hizo con Nelson Roig?, ¡Grave error!, ¿Es que Nelson Roig no tuvo interés o sencillamente nunca pensó, como nadie creería, que en torno a la figura de Tony Seval, se planearía un hecho tan macabro y en tan corto tiempo?.
Pues desgraciadamente a solo dos días de su detención, Tony Seval fue brutalmente asesinado, aparentemente por algunos reclusos de la penitenciaria donde se hallaba el 24 de octubre de 1985.
Los informes preliminares de la policía daban cuenta de que Tony Seval había tenido un enfrentamiento con hechos de violencia en la cual recibió múltiples y severas heridas de armas blancas en todo el cuerpo que le segaron la vida inmediatamente. Otras versiones menos creídas aseguraban que se sublevó contra la custodia carcelaria y que para llevar a cabo su objetivo había roto la tapa de un inodoro para atacar su “contrincante o adversario”.
Dada la circunstancia de este hecho y la popularidad de la que gozaba, el pueblo de manera simultánea y durante varios días se lanzó a las calles en señal de repudio, encendiendo velas y velones a lo largo de todas las vías.
Esta reacción de los dominicanos despertó de inmediato la atención y la pronta intervención del Dr. Salvador Jorge Blanco, presidente que para ese entonces nos gobernaba, y del Secretario General de las Fuerzas Armadas, el mayor General, Manuel Antonio Cuervo Gómez, quienes en alocución televisiva para todo el país llevaron un mensaje en torno al patético suceso.
¿Qué pudo haber motivado al presidente de la República y al Secretario General de las Fuerzas Armadas dominicanas, comparecer a través de los medios televisivos para rendir un mensaje o informe en relación a este confuso incidente?, ¿Seria esto en procura de evitar que se siguiera quebrantando el orden público y por ende la paz ciudadana, o sería por temor a que detrás de todo lo que había dado a conocer la Policía Nacional se escondía algo más profundo, complicado y comprometedor?.
Lo cierto es que durante años, contrario a la versión que había dado a conocer la Policía Nacional, la creencia del pueblo versaba en torno a que la muerte de Tony Seval, había sido en respuesta a una venganza por motivo pasional (lió de faldas) proveniente de un alto e influyente militar.
Sin embargo, esta tesis, que para muchos dominicanos es la creíble, hace poco tomó otro matiz, luego de que su madre, doña Yolanda Sepúlveda, rompiera aparentemente el misterio de las dudas que por mucho tiempo arropó este enigmático hecho. En una entrevista que le hizo el destacado periodista Fabián Suero, en su residencia de la calle 2da edificio 31 apto. 2 del sector Los Multifamiliares de la ciudad de La Romana, manifestó que la muerte de su hijo nada tuvo que ver con personas ligadas al mundo militar por motivo pasional, sino más bien con una señora de nombre Reina Mirella Ortiz, profesora de vocación, con quien Tony Seval, mantenía una relación extramarital y quien además le servía de portera en todas las fiestas que amenizaba.
Estas declaraciones de doña Yolanda están sustentadas bajo el alegato de que la nombrada Reina Mireya Ortiz, estando en el Hospital Central de las fuerzas Armadas, se pronunció diciendo que la muerte de Tony Seval le había sobrevenido por éste haberla abandonado.
¿Pero qué tan influyente era Reina Mireya Ortiz, que después de dos días de la detención de Tony Seval lograra consumar con tanta rapidez y efectividad este hecho criminal, si en realidad no estuvo ésta u otra mujer ligada a la vida de un militar o persona común?.
Las declaraciones de doña Yolanda, en mi opinión personal, como estoy seguro que en las de muchos dominicanos, carecen de lógica, por lo que discrepo o disiento de ella por considerarla apresurada y poco concisa... con todo el respeto que debo profesarle.
El asesinato de Tony Seval reune en gran escala los elementos característicos de todo crimen pasional. Bastaría solo con analizar la circunstancia en la que sucedió el hecho y las condiciones en la quedó su cuerpo, totalmente lleno de profundas y graves heridas, y su miembro viril mutilado. Aunque muchas veces hay crímenes de otras intenciones que son disfrazados con estas características para vender o crear la apariencia de un crimen pasional, en el caso específico que se describe, el autor de este escrito no lo cree así.
En nuestra franca apreciación permanecerá latente la idea, aunque bajo presunción, pero más fácil de aceptar de que por la magnitud y la forma como sucedió este repudiable, censurable y punible hecho no existió otro móvil que no fuera la de un crimen pasional vinculado a una persona muy influyente dentro o fuera de los círculos militares.