NUEVA YORK.- Médicos, enfermeras y activistas de la comunidad protestaron el pasado fin de semana frente al Hospital Allen, ubicado en Broadway con la calle 220 en el Alto Manhattan, para evitar el cierre del área psiquiátrica.
La misma posee más de 30 camas para albergar los residentes del Norte de Manhattan con enfermedades mentales. Los pacientes en riesgo de suicidio podrían quedar desasistidos.
El Departamento de Salud expresó que está revisando una solicitud presentada por Presbyterian para gastar 69 millones de dólares y convertir la sala psiquiátrica en un centro de atención prenatal y cirugía espinal.