SANTO DOMINGO.- El Partido Revolucionario Moderno (PRM) aseguró que la rendición de cuentas del presidente Danilo Medina muestra una vez más que hay dos países: uno de opulencia para los miembros del PLD y el gobierno y otro de pobreza y desesperanza para la gran mayoría de los dominicanos y dominicanas.
En la República Dominicana de los peledeístas hay riqueza y no hay pobreza, todos los servicios públicos funcionan, el transito está regulado y ordenado, aunque sea por el aire con “sillas voladoras”, la justicia funciona y sí se es funcionario público todavía más, ya que siempre saldrá absuelto sin importar el delito que se cometa, es el mundo de la última tecnología, donde casi todos los peledeístas trabajan en el Estado con salarios de lujo y los hijos estudian con beca en el exterior entre otras maravillas propias de los nuevos ricos dominicanos.
La otra República Dominicana, de la gran mayoría es diferente. La gran mayoría de la población está en pobreza, los hospitales no funcionan, no hay electricidad, el servicio de agua potable y el alcantarillado prácticamente no existe, el transporte público es un desastre, la justicia no es imparcial ni independiente, la educación no tiene calidad, no hay empleos, los salarios son bajos y no alcanzan para pagar las medicinas ni la comida.
El resultado de 18 años de peledeísmo ha sido una sociedad marginada, des-esperanzada y empobrecida que ha llevado a 6 de cada 10 jóvenes a querer emigrar de ese “paraíso peledeista”.
Indica la entidad opositora que los principales problemas de la nación siguen sin resolverse. Por el contrario, a estos se agregan nuevos.
El PRM asegura que la deuda pública supera los US$37 mil millones y en 2017 aumentó a un ritmo de RD$421 millones diarios, cerca de RD$300 mil por minuto. Esa deuda ha tenido dos motores: un déficit público que se ha mantenido en los últimos 10 años de gobierno del PLD, llegando en 2017, según cifras del FMI, a ser 3.2% del PIB lo que representa cerca de RD$114 mil millones, por encima del 2.3% (RD$85 mil millones) proyectados inicialmente. Peor aún el FMI calcula que en 2017 se pagará por intereses de esa deuda el 3.1% del PIB de los cuales prácticamente el 100% será pagado con nuevas deudas.
El otro motor de la deuda es la del Banco Central, que hoy día es la forma como el Banco Central mantiene la estabilidad del tipo de cambio y la baja inflación. Es decir, la estabilidad cambiaria y la baja inflación de hoy son el resultado de una deuda creciente del Banco Central de más de US$10 mil millones.
La situación del empleo es igualmente preocupante. Según el Banco Central se crearon 120 mil empleos nuevos en 2017, pero el 77% de ese empleo nuevo es informal y del 23% restante que son formales cerca del 60% es empleo público. ¿Cómo se avanza la población del país si la mayoría de los empleos creados son informales o públicos?
El gobierno ha vuelto a repetir que sacó a 1.2 millones de personas de la pobreza y ha convertido a la sociedad dominicana en una sociedad de clase media. Estas cifras son cuestionables pues el nivel de desempleo no ha caído, el empleo creado apenas cubre los que entraron al mercado de trabajo, y los salarios siguen bajos.
El Presidente no se refirió al problema de la impunidad y corrupción, a pesar de que todas las mediciones internacionales indican que en los gobiernos del PLD ha habido un deterioro de la institucionalidad, un aumento de la corrupción y de la impunidad.
En efecto, Transparencia Internacional publicó la semana pasada el índice mundial donde muestra que la República Dominicana no sólo bajó la nota (de 31 a 29 sobre 100) entre 2016 a 2017, sino que perdió 15 posiciones al pasar de la posición 120 en 2016 a la 135 de 176 países en 2017.
Ahora, para colmo el país ha sido demandado por la empresa más corrupta de las Américas. Odebrecht demanda al Estado Dominicano ante un tribunal en EEUU por más de US$700 millones. ¡Una vergüenza para los dominicanos y dominicanas!
Seguridad ciudadana
Es lamentable que el gobierno peledeista de Danilo Medina haya reducido el problema de la criminalidad a conflictos del vecindario, de tránsito y familiar. Es lamentable que el diagnóstico oficial pasara de calificar la violencia social (asesinatos y robo) como un problema de “percepción” a un problema entre vecinos. Ignorando así los problemas del narcotráfico, de exclusión social, de falta de oportunidades, de la policía, del sistema de justicia, entre otros que azotan las zonas marginadas urbanas.
Servicios públicos
Los servicios públicos siguen deteriorados. El Presidente, igual que en el año pasado volvió a prometer la terminación de los hospitales intervenidos para remodelación. Llama a sospecha tantos hospitales intervenidos al mismo tiempo. Nos preguntamos ¿Se trata de más desviación de fondos y corrupción? No obstante, algunos centros de salud han sido inaugurados, pero no existen los materiales más básicos para atender a la población.
Después de 18 años de peledeísmo la calidad educativa sigue rezagada.
Después de 18 años de peledeísmo el servicio eléctrico sigue deficiente y toda la política se reduce a la construcción de una planta altamente cuestionada en su costo y con la empresa más corrupta de América.
Después de 18 años de peledeísmo, los problemas de vivienda, agua y saneamiento no se han resuelto.
Hay que dejar atrás la demagogia y las malas administraciones de los gobiernos peledeistas. Es necesario un cambio. Los dominicanos y dominicanas merecen vivir mejor, con seguridad, con empleos, con mejores salarios, con salud, con educación de calidad, sin pobreza.