Santo Domingo.- la madre del metálico que este mes les dio muerte a cuchilladas a su pareja en casa, así como a los tres hijitos de ella procreados con otro hombre en la capital dio su versión sobre el caso, en tanto que otras personas que se criaron en la misma barriada con el asesino también narraron vivencias en algunas etapas de su vida.
En entrevista exclusiva para Telenoticias, canal 11, la madre, cuyo nombre pidió no fuera divulgado, ni su rostro, para proteger su dignidad, manifestó que sobre el caso los periódicos y canales de televisión han publicado muchas mentiras sobre el caso, pero se entiende que las publicaciones han sido hechas sobre los interrogatorios luego de que fuera detenido.
Se trata del caso del metálico Víctor Portorreal Mendoza, quien les dio muerte a su pareja sentimental, Reina Isabel Encarnación Morales y a sus tres hijitos procreados con su anterior pareja, Daniel Bodden.
Uno de los entrevistados dijo que el metálico, cuando era un mozalbete, fue muy buen estudiante, aplicado, pero de poco hablar, en tanto que otro manifestó que desde su adolescencia el metálico comenzó a aficionarse por el heavy metal.
Asimismo, otro vecino del metálico manifestó que ya como a los 18 años de edad, Portorreal Mendoza sostenía violentas discusiones y peleas con su padre y que la madre, porque era su único hijo lo apoyaba mucho, razón por la cual el padre los abandonó a su suerte y se fue a los Estados Unidos.
En tanto, un tercer entrevistado dijo que ya abandonados ambos, azotados por el hambre y la miseria, durante varios años Portorreal Mendoza comenzó a comerse todos los gastos que encontraba en los patios de la vecindad, pero fue enfático en que no era verdad la versión de que se bebía la sangre de los animales.
En tanto, la madre de Portorreal Mendoza dijo que ciertamente estaban en necesidad porque ella es pobre y que solo dependían del trabajo de ella, que no ganaba lo suficiente, por lo que su hijo comenzó a relacionarse hasta conseguir un trabajo en un establecimiento de motocicletas donde solo le pagaban 10 mil pesos al mes.
Sostuvo su creencia de que fue por motivos económicos y una fuerte y rápida depresión que su hijo cometió los crímenes, la cual se agravó cuando inició las relaciones con la pareja asesinada ya que también era pobre, no conseguía empleo y no podían mantenerse con lo que su hijo ganaba, porque no solo eran la pareja, sino también a los tres niños asesinados.
La dama manifestó que ciertamente su hijo amaba a su pareja asesinada y a sus tres hijos, por lo que para ella también fue una sorpresa enterarse de que Portorreal Mendoza había cometido la tragedia.
Sostuvo que lo que le hizo perder la razón fue cogió 10 mil pesos prestados para alquilar la casa donde ocurrió la tragedia, con la promesa de que iba a pagarlos con descuentos mínimos cada mes y que cuando fue a cobrar casi no le pagaron nada, además de que le cerraron la puerta del taller donde laboraba, para que no pudiera entrar, demostración de que había sido cancelado.
No obstante, el propietario del establecimiento de apellido Ureña manifestó que el día antes de la tragedia el negocio no fue abierto porque estuvo convaleciente y que en el pago no le hizo mucho descuento, sino que el hombre había faltado varios días y no totalizó suficiente dinero.