San Juan.- El presidente de la Fundación para el Progreso del Sur (Funprosur), Alexander Valenzuela, convocó a la sociedad dominicana, en especial a los habitantes de esta provincia, a rechazar la explotación de la mina de oro en esta localidad, por los daños ambientales que entraña en una zona productora de agua.
Valenzuela se refiere al Proyecto Minero Romero, concesionado a la multinacional Gold Quest, aprobado por el Ministerio de Energía y Minas pero pendiente de la “licencia ambiental” que expide el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Para el joven comunitario, el permiso otorgado por Energía y Minas constituye un desafío a cada uno de los habitantes de la provincia San Juan y para el pueblo dominicano en sentido general, porque se trata de una zona productora de agua y de gran importancia para la agropecuaria de toda la región del Valle.
“Queremos que las fuerzas vivas de San Juan sepan que esta explotación no nos beneficiará en nada, podría hacer ricos a unos pocos pero condenaría a la mayoría con daños de por vida, la riqueza de la región del Valle no está en el oro, nuestra riqueza es la producción agropecuaria y nos la quieren hacer desaparecer”, afirmó Valenzuela en un comunicado.
Precisó que la explotación del proyecto Romero es solo el inicio de una serie, que tocará también al municipio de Hondo Valle, en la provincia de Elías Piña.
“El río San Juan, ubicado a menos de 200 metros del yacimiento del proyecto Romero, en San Juan, es uno de los principales acuíferos que alimentan el río San Juan de la presa de Sabaneta, y sobre todo, de la cordillera. Esperamos que el Ministerio de Medio Ambiente, con la sensatez que ha caracterizado al ministro Francisco Domínguez Brito, impida este proyecto, estaremos vigilantes junto a las demás organizaciones que han mantenido su posición firme, para que las evaluaciones ambientales digan la verdad”, advirtió.
“Convocamos a toda la región sur a rechazar esta explotación y prepararnos para un proceso de movilización, y esperamos que el liderazgo político, empresarial y los productores agropecuarios se unan o le digan a la sociedad cuál es su posición frente a esta amenaza”, continuó diciendo.
Dijo que es de todos sabido que la construcción de galerías subterráneas desestabiliza el régimen de aguas en la roca, debido a la creación de nuevos conductos.
“El desagüe de minas (bombeo) puede provocar un descenso considerable del nivel freático, lo cual, además de otros efectos, puede degradar seriamente la vegetación en la zona afectada”, agregó.
“La provincia de San Juan lo que necesita es agua, nos tienen engañados con el argumento de que la explotación subterránea no es dañina, pero estamos en la era de la información y del conocimiento, el daño es peor que el que provoca el método tradicional de explotación minera, dado que no solo afecta a esta generación sino que también comprometemos a las futuras y cito un ejemplo: con el denominado relleno hidráulico después de que la roca de desperdicio es removida y el mineral en bruto extraído, este último debe ser procesado para separar el mineral deseado de las porciones sin valor”.
“Una vez que los minerales han sido procesados y recuperados, la roca sobrante se vuelve otra forma de desperdicio minero llamado jale. Los jales mineros usualmente contienen los mismos metales pesados tóxicos y formaciones de ácido mineral que produce el desecho de roca. También pueden contener agentes químicos usados para el procesamiento del mineral en bruto, tales como cianuro o ácido sulfúrico”.