Santo Domingo.- Familiares de transportistas que fueron ejecutados a balazos por la banda de sicarios dirigida supuestamente por el presidente de la Unión Nacional de Transportista y Afines (Unatrafin), Arsenio Quevedo, denunciaron este jueves que hay nuevos planes de la justicia para favorecer a implicados en los crímenes.
Casilda Guerrero, madre de uno de los choferes muertos, acusó al presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial, doctor Mariano Germán Mejía y al exprocurador general de la República, Radhamés Jiménez Peña, de haberse puesto de acuerdo para ordenar el descargo de Arsenio Quevedo, beneficiario de la actividad sicarial.
Guerrero aseguró que para esos fines se habría celebrado una reunión en sede de la Suprema Corte de Justicia, donde Jiménez habría hecho la solicitud a Germán Mejía por instrucciones de un alto dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
La progenitora del malogrado dirigente choferil, Overny Guerrero, recordó que esa estructura del Poder Judicial patrocinó la puesta en libertad del entonces regidor de Pedro Brand, Erinson de los Santos Solís, hecho por el cual al menos dos jueces fueren destituidos y enfrentan cargos penales en los tribunales de justicia.
De su lado los abogados de las víctimas aseguraron que testigos que han declarado en el proceso penal seguido a sicarios y patrocinadores han identificado a los autores materiales de los hechos de sangre, y ubicado a Erinson de los Santos Solís en la escena del crimen.
Los juristas Manuel Soto Lara, David Ruiz Jiménez y Valentín Vásquez Eusebio dijeron que las pruebas científicas y evidencias recolectadas en al menos dos allanamientos establecen, más allá de toda duda razonable, la responsabilidad penal del presidente de Unatrafin, Arsenio Quevedo, como patrocinador de los asesinatos.
Los profesionales del derecho destacan que entre las pruebas ocupadas en allanamiento realizado en el local de Unatrafin e incorporadas al juicio que conoce el Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, que incriminan a Arsenio Quevedo, se encuentran documentos tipo nóminas, donde figuran los sicarios, así como cheques por altas sumas de dineros emitidos a Erinson de los Santos Solís, supuesto “coordinador” de los sicarios, en fechas coincidentes con los hechos.