Dajabón.- La gobernadora en esta provincia, Ramona Quezada advirtió anoche que, de mantenerse la veda a unos 30 productos de la industria nacional por parte de las autoridades del vecino Haití, el comercio local podría caer en una crisis.
La representante del Poder Ejecutivo dice estar consciente de que más del 80 por ciento de las actividades comerciales dependen directa o indirectamente del Mercado Binacional que se realiza aquí dos veces a la semana.
Quezada declaró que como representante del Presidente de la República, se está poniendo en comunicación con los funcionarios de Cancillería y del Palacio Nacional, a fin de coordinar un encuentro con las autoridades haitianas, ya sea en Juana Méndez, Cabo Haitiano o esta provincia.
Según Quezada, ninguna autoridad competente de Haití ha hecho saber a las autoridades provinciales o locales, la disposición de prohibir la entrada nuevamente a su territorio de unos 30 productos de la industria nacional, así como agrícola.
El pasado viernes 19 después de iniciado el comercio de forma regular, los inspectores de Migración y los agentes policiales haitianos incautaron las mercancías que compraron su conciudadanos en la República Dominicana.
Dos dirigentes comerciales de esta provincia exigieron ayer del Gobierno Central intervenir en el Mercado Fronterizo, con la finalidad de devolverle la tranquilidad a ese sector y evitar que sigan perdiendo millones de pesos por las disposiciones de las autoridades de Migración y Aduanas de Haití, de incautar los productos a sus compatriotas.
Abigaíl Bueno y Fernando Díaz, presidentes de la Asociación de Comerciantes del Mercado y de los detallistas, respectivamente, declararon que es necesario que las autoridades dominicanas adopten una posición firme y coherente frente a las haitianas.
“No es posible que cada vez que haya mercado, tengamos esta incertidumbre, todo comenzó bien, y después de las 11, comenzaron a romper y destruir las mercancías que los haitianos habían comprado”, expresó Díaz.
Dijo que los haitianos dejan de comprar los productos, ya que saben que al cruzar el puente, los inspectores de Aduanas y de Migración les quitan los productos.