Santo Domingo.- La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), a través de su Facultad de Ciencias de la Salud (FCS) y el Consejo Nacional de Drogas, graduó 225 nuevos técnicos, los cuales fueron capacitados para trabajar en los centros de atención que brindan servicios a personas consumidoras de drogas y violencia relacionada con ese flagelo.
La actividad, que forma parte del Programa de Capacitación y Certificación para la Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de Drogas y Violencia y está patrocinada por la Organización de Estados Americanos (OEA), se llevó a cabo en al auditorio Manuel del Cabral de la biblioteca Pedro Mir de esa casa de altos estudios.
El decano de la FCS, Wilson Mejía, mientras encabezaba el acto y al pronunciar el discurso central, señaló que ese programa de capacitación y certificación de recursos humanos viene implementándose en América Latina y es impulsado por la Comisión Interamericana para Control del abuso de Drogas (CICAD) de la organización de Estados Americanos, OEA.
Agregó el Mejía que con la preparación de esas personas se busca establecer un sistema permanente de formación y certificación de recursos humanos unificado, que garantice la correcta prestación de servicios en prevención, tratamiento y rehabilitación de drogadicción en la República Dominicana.
Asimismo, dijo que se pretende contribuir en la optimización de la calidad de la atención en los servicios de prevención, tratamiento y rehabilitación de la drogadicción y violencia relacionada con el uso de drogas.
Indicó que en esta primera fase del programa se pretende establecer en cada país un mecanismo de capacitación y certificación de recursos humanos vinculados con el tratamiento de personas asociadas al consumo de drogas.
Sostuvo el doctor Mejía que “los técnicos que hoy se gradúan parten del principio de que la dependencia de drogas debe verse como una enfermedad crónica y recurrente, que debe ser abordada y tratada en el país como un problema de salud pública, igual que otras enfermedades crónicas”.
Finalmente, el alto funcionario académico propuso diversificar la oferta de tratamiento a los pacientes drogodependientes, a fin de ajustarla, en todo lo que sea posible, al perfil que éstos presentan, sobre la base de determinación previa de sus necesidades de atención.
De su lado, la representante de la OEA en la República Dominicana, doctora Araceli Azuara Ferreiro, consideró que el consumo de drogas es un problema mundial que afecta la salud de todos los pueblos, por lo cual urge buscar estrategias para combatirlo.
Consideró también Azuara que por ser una droga legal, el consumo de alcohol en nuestro país es alto y que según estudios realizados la mayor tasa de bebedores está constituida por adolescentes con edades comprendidas entre 14 y 17 años.
Por los graduandos habló el licenciado Nilo Rafael Mercedes, quien aseguró que ese curso es una gran oportunidad, pues estos servicios estarán ahora certificados y unificados en todo el país y no habrá necesidad de solicitar apoyo en ese sentido en los Estados Unidos o Colombia, como se hacía anteriormente.
Dijo que espera que estos ciclos preparatorios continúen siendo ofrecidos, para que así los servidores sociales que trabajan en esa área se capaciten mejor y brinden servicios más eficientes a los drogodependientes.
Estuvieron presentes, además de los mencionados, los decanos Ramón Rodríguez Espinal, de Humanidades, y Juan Tiburcio, de Artes; junto a los directores de escuelas Erodita de Jesús, de Farmacia; Virgilio Pérez, de Ciencias Fisiológica.
También asistieron los directivos de las organizaciones sin fines de lucro que durante años se han dedicado al rescate de personas con problemas de drogodependencia, entre ellos Casa Abierta, Asociación Contra Adicciones, Incorporada, el centro de Atención Integral a las Dependencias, Fundación Fénix, Casa de Reconciliación, Fundación Volver y Hogar Crea Internacional.
El programa El programa de capacitación y certificación de recursos humanos se inició en agosto del año pasado y cuenta con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA), a través de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAR).
La primera fase del programa fue dirigida a médicos, enfermeras y técnicos de 92 centros de atención que ofrecen asistencia en drogodependencia en el Gran Santo Domingo, las regiones Norte y Este del país.
El Plan de Estudios fue diseñado en tres niveles: Básico Inicial, Curso Especializado y Curso Básico Superior, con más de 100 horas de docencia presencial y virtual.
Las instituciones focalizadas fueron escogidas por el Consejo Nacional de Drogas, CDN, después de realizar un estudio que incluyó mapeo, diagnóstico institucional y perfil de recursos humanos y de usuario.
En la República Dominicana, según estadísticas y estudios realizados por el CND, cerca del 3 por ciento de la población ha consumido en algún momento de su vida alguna de las diferentes drogas que se trafican en el país.