Este domingo se produJo en la ciudad de Boston la despedida oficial del equipo Medias Rojas para el dominicano David Ortiz, popularmente conocido como Big Papi.
Los homenajes a su persona se han sucedido uno tras otro en casi todos los parques de Grandes Ligas durante esta temporada regular.
Los restantes 29 clubes de liga mayor le han mostrado sus afectos y le reconocen como uno de los grandes de siempre.
David deja el béisbol en un ambiente espectacular y único para él pues ningún otro pelotero de liga mayor, incluyendo varios norteamericanos y latinos, han recibido el apoyo y la promoción que ha tenido este año.
El pueblo dominicano hace suyo ese gran homenaje, en la premisa de que Big Papi ha venido a ser uno de nuestros grandes hijos, un atleta que ha rendido en grande en el terreno de juego forjando una carrera de inmortalidad deportiva.
Pero lo ha hecho bien, igualmente, fuera del terreno de juego, pues hace tiempo sostiene y dirige una Fundación que, a través del deporte, convoca figuras del espectáculo y del deporte a favor de cientos de niños con deficiencias cardíacas.
Sus actuaciones como jugador han sobrepasado los límites para peloteros con 40 años o más, y ha establecido records de todos los calibres para tal condición. Lo ha logrado en un ambiente de cierta presión pues él anunció su retiro el pasado invierno, antes de que iniciara la campaña.
Sus estadísticas hablan de más de 500 jonrones, casi 1800 empujadas y casi 2,500 hits, ocupando puestos cimeros entre los mejores de todos los tiempos.
Y eso se complementa con sus obras de caridad, habiendo recibido inclusive el premio Roberto Clemente, que recuerda los hechos de solidaridad del inmortal pelotero boricua.